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1 de enero, 2 de febrero… 12 de abril ¡San Helado!


San Celedonio, el Día de la Marmota o el día de Fin de Curso son días marcados a fuego en el calendario de cualquier persona que se precie de serlo. No son, sin embargo, los únicos que gozan de un estatus especial ya que cada 12 de abril Ben&Jerry’s celebra su Día del Helado Gratis e invita a una bola de helado a cualquiera que se acerque a curiosear a sus establecimientos.
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Los veranos de cualquiera de nosotros están esculpidos en montañas de granizados, dibujados en cucuruchos de cremoso helado de vainilla y cortado en porciones de rica tarta helada. Sin embargo, para que comience el verano, debe pasar la primavera. En los albores de esta estación es cuando la marca heladera Ben& Jerry’s celebra que sus homónimos fundadores decidieron ponerse manos a la obra para crear el mejor helado del mundo. Corría el año 1979 y en Burlington, en el estado de Virginia (Estados Unidos), dos jóvenes comenzaron una aventura en torno al lema Make the best possible ice cream in the best possible way (haz el mejor helado posible de la mejor manera posible.


Desde entonces se han celebrado 32 aniversarios con helados gratis, lo que se denomina el Free Cone Day o Día del Helado Gratis. Sin embargo, este día es sólo una excusa para agradecer un poco más a la comunidad, a los consumidores, a los usuarios, lo que han hecho por la marca. en la actividad diaria, Ben&Jerry’s ha emprendido el camino de la sostenibilidad y la conciencia social con diversas iniciativas. La fábrica europea de la heladera americana, situada en Hellendoor (Holanda), es pionera en uso de energías renovables, en reaprovechamiento de los residuos y desarrollo y estudio de nuevos métodos de optimización de la energía. Los brownies de uno de sus sabores, el Chocolate Fudge Brownie, provienen de una empresa que emplea a colectivos con riesgo de exclusión social: la Greystone Bakery.
Ben&Jerry’s cuida sus ingredientes tanto como a su comunidad. En sus factorías sólo utilizan huevos de gallinas camperas, rechazan cualquier ingrediente genéticamente modificado y miman exhaustivamente a la vacas mediante el proyecto Caring Dairy para obtener así la mejor nata posible.
La historia comenzó como la de dos amigos de la infancia que quería hacer los mejores helados. Ahora, se esboza entre un proyecto para hacer esos helados intentando convertir el mundo en un lugar más habitable.

Por Yorokobu

Yorokobu es, ya sabes, esta revista que estás leyendo.

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