22 repúblicas, 1 región autónoma, 46 regiones, 9 territorios, 3 ciudades federadas, 1117 localidades de diferente tamaño entre otras subdivisiones dan a la Federación Rusa muchas banderas y escudos de armas distintos. Los ideológos de las enseñas de las partes del país más grande del mundo han tenido que utilizar la imaginación para representar tantos territorios distintos sin repetirse.
La transición del comunismo al capitalismo obligó a crear o recuperar miles de banderas, y hoy en día la mayor parte de las banderas con hoces y martillos, estrellas rojas y otros símbolos soviéticos desaparecieron, dejando a banderas de la época zarista o de nueva creación en los mástiles de cada ciudad rusa.
Una de las banderas más curiosas de Rusia es la del oso de Zhelenogorsk, que aparece rompiendo un átomo en la bandera. Esta ciudad situada en Krasnoyarsk, Siberia, fue una de las ciudades dónde se enriquecía plutonio para armamento en la antigua Unión Soviética. Actualmente esta ciudad, a cerca de 4.000 kilómetros al este de Moscú, está abierta y se puede visitar, aunque oficialmente era una ciudad cerrada en tiempos de la Unión Soviética.
Durante este período la población no aparecía en los mapas y se requería un permiso especial para entrar en ella. Actualmente no existen ciudades cerradas del mismo estilo que en la época soviética, pero si existen algunas que requieren permisos especiales a los extranjeros que quieran visitarlas.
Rusia abandonó su ateísmo soviético con mucho fervor y la iglesia ortodoxa ha ganado mucho poder desde el año 1991. La bandera de la región de Penza es una prueba más que lo demuestra, con un Jesucristo observador que vigila a los habitantes de esta parte de Rusia, a aproximadamente 650 kilómetros al sureste de la capital rusa.
A pesar de que buena parte de los templos religiosos desaparecieron durante los tiempos de la URSS, la Iglesia ortodoxa es uno de los pilares de la Rusia actual y se mantiene cerca del poder. Iglesias de nueva construcción como la Catedral de las Fuerzas Armadas, construida en el complejo conocido como Parque Patriot a las afueras de la capital rusa, fue financiada en buena parte por los gobiernos regionales. Es uno de tantos proyectos compartidos entre la Iglesia ortodoxa y la administración pública.
Hay animales habituales de la heráldica que se expanden más allá de las regiones en las que viven, como el león de Inglaterra. No es el caso del leopardo de la República de Osetia del Norte, que aparece en el escudo de armas y es el único lugar de Europa donde este gran felino vive de forma natural en sus montañas. Extinguido a principios de siglo en la región, se han llevado a cabo algunas campañas de reintroducción y en la actualidad un par de ejemplares merodean en la zona, lugar donde históricamente vivían muchos más de estos felinos hasta que se reintrodujeron en 2018.
No es el único lugar del Cáucaso donde viven estos animales, pues también hay pequeñas poblaciones en Azerbaiyán y Armenia, al sur de la cordillera y de la extinta Unión Soviética. En otras partes de Rusia también hay leopardos de las nieves y tigres.
Pocos animales prehistóricos consiguieron llegar a la heráldica; el mamut es una excepción. La abundancia de cadáveres de estos animales congelados en la provincia de Abat se ha convertido en un símbolo de distinción de esta parte de la región de Tyumen, al oeste de Siberia. Su capital, Abatskoye, se encuentra a 2.500 kilómetros de Moscú, más allá de los Urales.
Buena parte de los ejemplares fosilizados encontrados en el planeta se han encontrado en las partes más frías de Rusia, congelados tras unos miles de años en el permafrost. Los indígenas de Siberia comerciaban con el marfil de sus colmillos y a veces confundían los restos con otros animales míticos de su cultura. Creían que eran excavadores y que la luz del sol era mortal para ellos, por eso nunca encontraban uno vivo. Algunos de ellos están en tan buenas condiciones que hay proyectos para utilizar su material genético para traer de vuelta a la vida a los mamuts lanudos.
Con un parecido claro al mítico animal de la mitología occidental, el fénix, el pájaro de fuego, es una criatura del folklore eslavo que según cuentan las leyendas proviene de Palej. De ahí su uso en la bandera de esta localidad.
La región en la que se encuentra está cerca del llamado Anillo de Oro, las cinco ciudades que representan mejor la Rusia medieval, el lugar de nacimiento de la nación rusa. La misma ciudad de Palezh es un importante centro artesanal de iconos ortodoxos, algo también muy relacionado con la tradición rusa.
En el lejano lejano oriente de Rusia hay poca humanidad y mucha naturaleza. En esos páramos poco conocidos por las personas, donde corretean osos, tigres, lobos, linces y otros grandes deprededadores, también se encuentran los únicos volcanes activos de toda Rusia, parte del llamado Anillo de Fuego del Pacífico, inmortalizados en la bandera del Krai de Kamchatka, a 6.700 kilómetros de la capital de Rusia.
El frío y la falta de infraestructura, entre otros factores, han favorecido que esta parte de Rusia sea un buen sitio para admirar la naturaleza. Esta zona, oficialmente llamada Distrito del Lejano Este, es una de las más despobladas del país con tan solo 8 millones de habitantes a pesar de su enorme tamaño de 6,9 millones de kilométros cuadrados. Eso supone el 42% de la superficie de Rusia. Es como si todos los andaluces vivieran en un territorio mayor que la India.
Una flor del loto, templos budistas, mayoría de población étnicamente asiática, una lengua de la familia mongólica… Todo eso está presente en la República de Kalmyikia, y aunque puede hacer pensar en alguna región cercana a Mongolia, esta parte de Rusia es la única región de Europa que tiene el budismo como religión mayoritaria.
En su capital, Elistá, se encuentra el mayor templo budista del Viejo Continente, de 63 metros de altura, y dentro se halla también el buda más grande de Europa, de 9 metros de altura. Los monjes budistas son peatones habituales alrededor de este templo.
La bandera de la región de Murmansk, al norte de Moscú y en el Círculo Polar Ártico, luce el fénomeno atmosférico más buscado por los turistas: la aurora boreal. Por ello, la mayor parte del turismo que reciben a pesar de tener mínimas de hasta -39 grados es en invierno.
En esta fría parte de la Rusia europea se fabrican buena parte de la flota de submarinos del país. También está aquí la base de la Flota del Norte rusa. Durante buena parte del año está inmobilizada por las gruesas capas de hielo del Ártico, aunque actualmente esa capa cada vez es más fina.
La región de Novossibirsk, donde se encuentra la mayor ciudad de Siberia, tiene dos martas que llevan un pan. Estos animales se parecen a los hurones y viven en buena parte de Rusia. La capital de esta región es también Novossibirsk y se encuentra a 3.191 kilómetros al este de Moscú. Originalmente la franja roja no existía en el proyecto de bandera y fue añadida por petición del partido comunista de la ciudad.
Esta es la urbe más grande y poblada de toda Siberia, con 447 kilómetros cuadrados y 1,5 millones de habitantes. Es una importante parada del mítico tren Transiberiano y es donde se encuentra su mayor estación.
En un país donde el oso es el animal nacional, muchos de ellos se pasean por banderas y escudos de toda clase en los que se les ve haciendo todo tipo de acciones. Entre los centenares de banderas con este animal está la de la ciudad de Anadyr, Chukotka, en el Lejano Este ruso. En ella, un oso abraza un pez.
A pesar de ser el símbolo nacional, eso no le exime de ser cazado y comido, siendo especialmente popular en Siberia y entre las comunidades indígenas del norte de Rusia. Esta carne es apreciada y tiene un sabor parecido al del venado, pero es más dulce. E incluso en grandes ciudades de Rusia es posible encontrar sitios donde se venden filetes de oso.
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