Es uno de los grandes del campo del diseño, eso es algo indiscutible. Provocativo, audaz, directo, sorprendente, reivindicativo… son solo algunos de los adjetivos con los que se ha tratado de definir el trabajo y la personalidad de este diseñador y director de arte austriaco afincado en Estados Unidos.
Con un dominio absoluto de la tipografía, el color y las imágenes, Stefan Sagmeister lleva toda su carrera dando una vuelta de tuerca más a la creatividad, buscando la manera de ir más allá y preguntándose cómo se puede hacer un diseño mejor y cómo ser feliz haciéndolo. Y todo lo que ha ido aprendiendo durante estos años de profesión lo cuenta a través de charlas, ponencias y libros.
El último es Now is Better (Phaidon, 2023), y ahora se encuentra sumergido de lleno en un tour de presentación que le llevará a Italia (29 de noviembre, IED Florencia) y España (30 de noviembre, IED Madrid; 1 de diciembre, IED Kunsthal Bilbao y Espacio PEN®, Hondarribia; 2 de diciembre, Monda. Marbella Design Academy y 3 de diciembre, Club MOM. A Secret Spot, Málaga).
Dividido en varios libros dentro de un cofre, en Now is Better Sagmeister continúa indagando cómo el diseño puede llegar al corazón de las personas y mejorar sus vidas. A través de estadísticas y otra información que ha ido recopilando, el austriaco aborda cuestiones relacionadas con la calidad de vida, y nos hace ver que, a pesar de las apariencias, todo ha mejorado sustancialmente. Los datos se convierten en su libro en obras de arte, incrustados en óleos del siglo XIX, bordados en lienzos o transformados en impresiones lenticulares y vajillas pintadas a mano para transmitir un mensaje esperanzador.
«La mayoría de nosotros preferimos la vida a la muerte, la comida al hambre, la salud a la enfermedad y la paz a la guerra. Preferimos vivir en democracias que en dictaduras, preferimos estar informados que ser ignorantes… y tenemos más posibilidades de encontrar una solución a estos problemas desde una posición de reconocimiento de los éxitos pasados que desde un lugar de fatalidad y pesimismo», afirma.
Dentro de la gira española, Sagmeister es también la última sorpresa que tiene reservado del Moments Festival 2023. Su charla Beautiful Numbers servirá como clausura del festival, y en ella el diseñador explicará su manera de observar el mundo a largo plazo para descubrir las muchas cosas positivas que han traído algunos de los acontecimientos más importantes de los últimos tiempos y que la inmediatez en la que estamos atrapados no nos deja ver.
Como aperitivo, le hemos preguntado qué es para él la creatividad y cómo despertarla. Y estos es lo que nos ha contado.
Siempre he pensado que el talento no existe, que solo hay un deseo instigado en lo más profundo de nuestras almas de ser buenos en algo. Ahora bien, ese deseo de ser bueno en algo puede ser talento.
Los músculos que me permiten tener ideas pueden entrenarse. Es posible recurrir a técnicas que obligan a trabajar juntas a sinopsis previamente inconexas en el cerebro.
El caos total y el orden estricto son los enemigos de la creatividad. Mi deseo es encontrar un punto intermedio.
Un aliado fantástico para fomentar la creatividad es viajar en tren. El movimiento, mirar por la ventana y tener espacio suficiente para un cuaderno de notas, esto me funciona muy bien a mí.
Y uno de mis aliados más frecuentes es una habitación de hotel. Me resulta fácil trabajar en un lugar alejado del estudio, donde los pensamientos sobre la puesta en práctica de una idea no me vienen a la cabeza inmediatamente, sino que puedo soñar un poco más libremente.
Puedo ser creativo sin ser original, pero no puedo ser original sin ser creativo.
Es posible que la inspiración no te pille trabajando, pero desgraciadamente ocurre muy pocas veces. Como dijo Chuck Close, «la inspiración es para los aficionados. Los demás nos presentamos y nos ponemos a trabajar».
Me encanta Picasso, pero no soy fan de su famosa cita «Los grandes artistas copian; los genios, roban». Si se me ocurre una idea propia, me siento su padre y la cuidaré y alimentaré bien. Si robo una idea, no desearé darle el amor y los cuidados que necesita. Me veré reducido al papel de niñera.
Las rutinas son necesarias para fomentar la creatividad. Siempre hago primero el trabajo más difícil —que es el diseño— a primera hora de la mañana, y luego desescalo para reunirme con la gente, redactar facturas y responder a las preguntas de las entrevistas. En este momento, esto significa trabajar en Now is Better durante toda la mañana, o mientras crea que sigue siendo productivo.
Es uno de los trabajos que no son creativos para mí. Simplemente les devuelvo la pelota intentando ser honesto.
A mí me funciona bien el teletrabajo. He tenido que cambiar mi forma de dar instrucciones a la gente que trabaja conmigo, que ahora suele ser más precisa y con menos margen para el error, ya que no quiero que un compañero se equivoque de camino durante demasiado tiempo, antes de que yo tenga la oportunidad de detectarlo.
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