Categorías
Creatividad

¿Qué se fumaron los diseñadores de estos hoteles?

Las habitaciones donde se alojan Margaret y Corey durante sus viajes podrían considerarse un atentado contra el buen gusto o, si cambiamos la mirada, un símbolo contra la tiranía del diseño perfecto.

Este matrimonio de Los Ángeles (California) dedica buena parte de su vida a viajar por trabajo (son fotógrafos y videógrafos). El día que se alojaron en un hotel, digamos, singular, supieron que podían triunfar en Instagram con las fotos de estos lugares. Así nació hace cuatro años A Pretty Cool Hotel Tour.

A Pretty Cool Hotel Tour

«Corey y yo viajábamos mucho por motivos de trabajo y yo quería empezar a alojarnos en lugares más interesantes mientras estábamos de viaje», explica Margaret. «No tenía ni idea de qué íbamos a encontrar, pero una vez que empezamos a rascar la superficie de los hoteles locos y maravillosos que había, decidí convertirlo en un proyecto. Sinceramente, no sabía cuántos hoteles habría que visitar, pero ya hemos estado en más de 50 y hay muchos más a los que quiero ir».

A Margaret le gusta «el enfoque desenfadado del diseño. Es muy accesible, no tiene nada de pretencioso, pero también te saca de tu día a día, de tus experiencias más mundanas. Me parece nostálgico, divertido, romántico y loco».

Seguramente, los arquitectos que hayan diseñado estos alojamientos no ganarán nunca el Pritzker por ello, pero este matrimonio californiano cree que este tipo de arquitectura es valioso porque obliga al espectador a mirar (y a mirarse) de una manera nueva. «Estas habitaciones exigen una reacción. Tú decides cómo interactuar con ellas. Las decoraciones románticas permiten vivir una experiencia privada y fuera de lo común, si estás abierto a ello».

Aunque intentan conocer un poco más de los hoteles temáticos en los que se alojan, no siempre les resulta sencillo conseguir información.
«Otras veces encontramos historias increíbles sobre quiénes construyeron esas habitaciones únicas y maravillosas, y eso hace que la experiencia sea aún más divertida. Uno de nuestros hoteles temáticos favoritos (Black Swan Inn) fue diseñado y creado por un matrimonio que todavía trabaja allí».

¿Cuál destacarían si tuvieran que elegir uno de los muchos y extravagantes hoteles en los que se han alojado? La respuesta no es sencilla, pero se quedan con un nombre: el Anniversary Inn. «Hace poco nos alojamos allí. La ducha era una enorme estatua de dragón, no podía creer que no tuvieran mejores fotos de ella en internet. ¡¡No tenía ni idea de que iba a ser tan enorme!! Me encanta eso de estas habitaciones: ¡siempre encuentran la manera de sorprenderte!».

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

Salir de la versión móvil