En los tiempos que corren, no salimos de una revolución y ya estamos inmersos en otra. Cuando todavía no queda muy claro, a la hora de ver los balances de cuentas de los desarrolladores en España, que ‘la revolución de las apps’ esté en su cénit -buena noticia porque eso le otorga mucho margen de crecimiento-, ya tenemos planteada la siguiente. La televisión conectada se dibujará, según Samsung, también con apps.
Y quizás hasta tenga sentido. Tenemos, por un lado, la opción de que las televisiones incluyan mandos a distancia que se asemejen a teclados para que la experiencia sea más cercana a la de un ordenador convencional. ¿Cuánto encarece esa opción a cada televisor? El otro camino es el que presentó ayer Miguel ángel Ruiz, especialista en contenidos digitales de Samsung España, en The App Date.
La creación de un ecosistema de desarrollo de apps para televisión carga el peso de la creación tecnológica sobre los desarrolladores. Lo que ahí gana Samsung es un gadget con una colección atractiva de apps. «El abanico de posibilidades es amplio. Las apps pueden integrar canales en directo, vídeo a la carta, servicios de texto, noticias, imágenes, etc.», explicó.
El resultado de la creación de este escenario podría cambiar, en un muy breve espacio de tiempo, el modelo de televisión que conocemos. «El consumidor tendrá acceso al contenido on demand. Verá lo que quiera ver y cuando lo quiera ver», dijo Ruiz. SOn los propios canales de televisión los que ya están emitiendo el contenido que tienen en sus plataformas de internet. RTVE, Antena 3 o La Sexta ya permiten el acceso, aún en pruebas, a su mediateca.
El resultado,en la práctica, es una obligatoria reinvención del modelo de negocio y de la inversión publicitaria. «La televisión es una oportunidad, una plataforma que tendrá 130millones de dispositivos conectados a la red en 2015. Entre otras cosas, estamos trabajando para abrir soportes de pago que permitan la monetización», señaló Ruiz.
El universo app y el reciclaje
Que la escena de desarrollo de apps es una oportunidad potencialmente muy interesante, parece claro a día de hoy con las cifras de ventas de smartphones disparándose y las aplicaciones saltando a un dispositivo tan masivo como la tele. La demanda de apps es alta, creciente y exige a más desarrolladores.
En realidad, tras el anuncio de la futura desaparición de Flash de los dispositivos móviles, tampoco hay que ser Nostradamus para ver que no hay mucho futuro desarrollando software en dicha plataforma. En cualquier caso, Ricardo Sánchez decidió hace algo más de tiempo que la salida podía estar en el reciclaje hacia el desarrollo para iOS. «Con flash no puedes hacer nada guay que se pueda vender en este momento. Así que aprendí a programar en iOS».
Sánchez ha creado una app de retoque de fotografía que genera imágenes a través de la interpretación de algoritmos matemáticos basados en la triangulación de Delaunay. Tres es el nombre de la aplicación y está a la espera de a aprobación por parte de la App Store de Apple, es decir, a punto de salir al mercado.
Convertir las apps en euros
Antonio Rumeu es el director general de Malcom, una idea de Mobivery que tiene por objetivo conseguir una mayor monetización de las apps. «Cada usuario tiene 50 apps de media en iOS y 30 en Android. Es muy fácil que la app que habéis desarrollado caiga en el olvido. Malcom trata de dinamizar el uso de las apps a partir del análisis de su actividad para que se sigan utilizando con el paso del tiempo», explicó.