En las esquinas de las calles del Madrid más vetusto hay azulejos. Ahí está el nombre del lugar en tipografía cibelina y una escena que relata por qué ese es su nombre.
En la calle Cabeza, por ejemplo, se sirve una cabeza en bandeja de plata. Álvario Yuste tomó esas letras para hacer esta numerografía, publicada en la revista de noviembre de Yorokobu. «Quería que los dígitos tuvieran que ver con los que hay encima de las puertas antiguas», cuenta el diseñador. «Son números de corte tradicional y elegante con elementos en común con la cibelina, como los trazos gruesos, los acabados de gotas y los ganchos».
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