El país más longevo del mundo está a la vuelta de la esquina. Concretamente al final de la N145, a la derecha. Ni Japón ni Suiza; según la OMS la nación con la esperanza de vida más larga del planeta es Andorra. O lo era hasta que en 2014 la Organización Mundial de la Salud dejó de incluir en su listado a países con menos de 250.000 habitantes. España no se encuentra lejos. Al igual que Andorra, lleva muchos años subiendo y bajando del top ten, pero siempre por detrás de esta minúscula nación encajonada entre montañas. Teniendo similitudes gastronómicas, geográficas y culturales esta diferencia llama la atención. ¿Qué hace que los andorranos hagan honor al nombre de su capital (Andorra la Vieja) y prolonguen sus últimos días más allá de los 83 años? La respuesta corta es calidad de vida; la larga la desgranamos a continuación.
Gastronomía
La alimentación es un factor determinante cuando hablamos de esperanza de vida. Puede que las nevadas montañas andorranas sean la antítesis del paisaje mediterráneo, pero cuando hablamos de comida, Andorra es el mejor ejemplo de dieta mediterránea que hay, intercalada, eso sí, con la gastronomía montañesa. Carne de caza, trucha y potajes se dan cita en las mesas de los más de 400 restaurantes que salpican el país. Los más auténticos se encuentran en las llamadas bordas, unas construcciones rurales que se utilizaban para refugiar el ganado y que se han reciclado para albergar la cocina más tradicional del país. Puede que la cocina andorrana no sea tan famosa como la asturiana o la gallega, pero compite con ellas en bondades. Y en sabor.
Deporte
El deporte es uno de los principales pasatiempos de los andorranos. Es lo que tiene vivir rodeado de montañas, que el senderismo y la práctica del esquí se acaban imponiendo. El 90 % del país es naturaleza, llegando a tener hasta 290 tipos de flores diferentes. La primavera es una buena época, pero sin embargo es en invierno cuando Andorra muestra todo su esplendor. Grandvalira, Vallnord, Naturlandia… Si sumamos todas las pistas del país sumarían unos 300 kilómetros de nieve lista para ser esquiada. Pero la nieve da para mucho, y más allá del esquí y el cada vez más de moda snowboard, encontramos otros deportes como la conducción de moto de nieve o el mushing, que consiste en ir en un trineo tirado por perros.
Bienestar
Las aguas termales que fluyen en las 32 fuentes públicas a unos 60 grados centígrados siempre han sido aprovechadas por los andorranos. Allá por el siglo XV, para la confección de tejidos. En el siglo XX, por sus beneficios para la salud. Y es que la ruta termal de Andorra no es solo un reclamo turístico, es un beneficio del que se aprovechan también los autóctonos. Quizá el más importante en este apartado sea el Centro Termolúdico Caldea. El edificio más alto de Andorra (con una torre de 80 metros de altura) esconde su bien más preciado.
Seguridad
Andorra es uno de los países más seguros del mundo según varios organismos. Puede que esto guarde algún tipo de relación con otro índice que bate récords: tiene una de las tasas de paro más bajas del mundo (en torno al 2 %). Este es un país tranquilo, dentro y fuera de sus fronteras. La falta de conflictos bélicos ayuda. Andorra (al igual que otros 22 países, la mayoría de ellos microestados) no tiene ejército. Podemos por tanto limitar al máximo las muertes violentas, si no descartarlas.
Todos estos son los secretos de la sociedad más longeva del mundo. Pero lejos de guardarlos celosamente los comparten con los foráneos. Visita Andorra tú mismo para comprobarlo.
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