En un estudio de una pequeña ciudad al este de Rusia llamada Khabarovsk trabajan estos cuatro individuos. Falta uno. El que los ha dibujado, su compañero Andrew Lebedinsky. Lo hizo porque quiere crear «la memoria de la época en la que compartimos un mismo espacio de trabajo». Y porque quería «experimentar con ellos».
Los puso amarillos, rojos y azules, y los redujo a formas geométricas. Es la forma de traducirlos a su estilo, según dice, y darles la apariencia que más le gusta: un cierto aspecto de alfombra.
4 respuestas a «Retratos para convertir a tus amigos en alfombras»
Lo encuentro fantastico!
¡Qué horror! No el artículo, la idea de las alfombras.
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