Estamos en esa época del año en que las películas de la televisión son eso que ponen entre los anuncios de colonia. En que se te olvida qué estabas viendo antes de esos 25 minutos de delirios estéticos, ensoñaciones, producciones oníricas, con mensajes indescifrables y una frecuencia recalcitrante. Esa época, la de antes de navidad.
Aun así, al igual que hice hace unas semanas con los teleoperadores, he decidido darle una oportunidad a los anuncios de colonia. Me he propuesto verlos con interés, con actitud abierta y receptiva. Quiero verlos y decidir qué colonia me compro.
En la primera tanda de 20 minutos pierdo la concentración unas 8 veces… pero me golpeo la cabeza una y otra vez exigiéndome mas. Como Rocky Balboa. Al menos reparo en que los imaginarios de cada perfume son maravillosos. Territorios de marca que nunca podrán copiarse. Predominio de lo surrealista, colorido, efectismo, producciones impecables.
Jean Paul Gaultier lleva más de 15 años mostrándome marineros traviesos con jerseys de rayas en barcos o estructuras oníricas, coloristas y caóticas.¿Me inspiran a mí los marineros traviesos como para comprármela? Hago recuento mental y pienso en si soy travieso y juguetón, si tengo jerseys de rayas…
Me distraigo y me golpeo más fuerte, me he perdido otros 4 anuncios.
En Dolce Gabana siguen empeñados en que se puede hacer el amor en una barquita de madera, con tablones cruzados y remos sueltos estorbando … como Los Inhumanos en un Sinca 1000.
Descubro que hay un nuevo idioma que es el inglés de las campañas de colonias. Es como muy grave, como hablar para ti mismo. Pero sin ganas, sin apenas entonación y soltando mucho aire. Como si acabaras de subir unas escaleras largas. Por eso solo dicen una palabra o dos y la marca.
Me vuelvo a distraer, pero para no golpearme más, decido hacer mi propia búsqueda en internet, para documentarme y centrarme.
Me llama la atención el Velvet Black Pachouli Perfum de D&G, porque en muchos pueblos de España el pachuli ha sido siempre esa colonia barata, densa y penetrante que usaban las mozas para esconder el olor a cera de depilar o a lejía. Cuando resulta que es una planta (pogostemon cablin) muy preciada. Pagaría por presenciar ese momento en el que el dueño de la perfumería de Cabezón de la Sal le explica el Velvet Black Pachouli Perfum a Julián el ferretero; que pasa sus buenas 8 horas repartiendo tornillos, pero que mañana tiene una cena en La Fuentona y quiere oler rebién.
Me asombra el Dolce Gabana Fefé.. para perros. Importante notar el matiz de que no es colonia sino «una bruma perfumada que combina notas frescas y delicadas de ylang ylang, almizcle y madera de sándalo. Para resultar tierna y envolvente creada para una rutina de belleza divertida». Reconozco mi admiración y respeto al oficio de redactor de textos de colonias.
De largo los perfumes de LOEWE me parecen la mejor propuesta de branding que he visto en años. Consistencia, sencillez, estatura, sensación de calidad.. Qué gusto. Qué buen gusto. Qué paleta de colores. Mi próxima colonia será Loewe, lo tengo.
Pero de pronto aparece ante mi LOEWE PAULA´S IBIZA COSMIC EAU DE TOILETE… Claramente han hackeado su web -pienso – WTF. Necesito leer más… Qué ha pasado con esa consistencia gráfica, esa mesura, esa sutileza…
«Las notas frescas de la pera y el mango se fusionan con la resina aromática del ciprés mientras que la dulzura del coco se amplifica con la profundidad del cedro, la delicadeza del sándalo y la mineralidad del ámbar» . « Sin límites e hipnótico, la infinidad del universo y la libertad de la psicodelia terrenal se fusionan en un perfume».
En lenguaje llano mi conclusión es: Hipnosis, sicodelia, coco, ciprés, mango, pera, sándalo… e Ibiza. No me digas más, ya sé lo que ha pasado ahí.
Estoy un poco saturado de explorar. Me siento incapaz de seguir. Y me duele la cabeza de golpearme. No estoy a la altura de tanta sofisticación. Me siento abrumado por la capacidad evocadora de esta industria de botes pequeños y caros.
El sentido del olor es un universo infinito e inabarcable. Y en ese universo los perfumes son la sublimación de la retórica, la imaginación, la exaltación del matiz, poesía con notas de delirio, la exquisitez de lo efímero, la quintaesencia de la esencia.
Nota mental: Tengo que acodarme de este último párrafo para la próxima vez que vea a Julián el ferretero.
Este post fue modificado por última vez el 12 de enero de 2025 11:51
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