Categorías
Digital

Apps que NO (aunque tienen su punto, ¿eh?)

¡Al rico App!¡Ricas apps señoras, que me las quitan de las manos! Hoy vengo cargadito con tres deliciosas apps recién sacadas de ese horno de galletas llamado Apple Store. Las tres tienen su propio carácter y su saber estar y, si tuviera que escoger, de verdad no sabría decir cuál es más idiota.

Ugly Meter
Sí, señora, un “feómetro” con todas las de la ley (de Murphy). Te escanea la cara y te dice cuán feo eres en una escala del 1 al 10. A mí me ha salido un 9,7 lo que significa que funciona a la perfección.
Pero no se queda ahí porque su componente social permite escanear las caras de tus amigos y comprobar así, a través de una cualificada opinión externa, que son todos unos callos malayos, y es que, querida lectora, si Ugly Meter lo certifica, va siendo hora de buscar otras amistades más bellas o, en su defecto, más hipsters.

Rotje
Hay aplicaciones absurdas, hay aplicaciones sin gracia y luego esta Rotje, un innovadora idea que viene a ser un simulador de masclets o petardos. Eliges el tuyo, le das con tu grácil dedito y, ¡hala!, ¡a disfrutar de toda una orgía de fuego y pólvora! Además de unos ejemplos de prueba, puedes descargarte, previo riguroso pago, más cohetes. Y sí, sé que no es un gran hallazgo, pero soy alicantino y uno tiene sus debilidades.

Tuga Corno Alentejano
Bien es sabido, se comenta por la bares, que una de mis categorías favoritas es el mundo de los simuladores. Bueno, la verdad es que es algo que no me importa ni a mí, pero no ocurre lo mismo con esta increíble app (de verdad no me puedo creer que a alguien se le haya ocurrido) que no es otra cosa que un editor de imagen que permite ponerte cuernos —literal—, bigotes y, en un modo avanzado, patillas y gorra. Inquietante, ¿verdad? Quiero imaginar que está basada en algún personaje de un lejano país, pero amigo. Si yo fuera de esos que corroboran los datos, esta sección no existiría.

Algunas apps más en este post de David García.

Por Ricardo Llavador

Alicantino por nacimiento, latinoamericano por matrimonio, comunicador por elección pero publicitario por profesión.

Su afición por hacer unida a su desapego por el qué dirán, le han convertido en un prolífico creador de "cualquier cosa". Innecesarias, curiosas, irreverentes, mal hechas, profundas o completas sandeces... cosas con un solo punto en común: una absoluta y completa falta de criterio.

Salir de la versión móvil