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Apps que NO (aunque tienen su punto, ¿eh?)


Bien es cierto que en esta sección lo digital siempre ha tenido capital importancia. Sin embargo, hoy nos centraremos en una parte muy concreta dentro de este terreno: las huellas digitales, esas que son únicas y personales y que rematan veinte de los veintiún dedos que tenemos los hombres. Es importante hacer una pequeña valoración técnica antes de comenzar: el iPhone no las reconoce.
Fingerprint Security Scanner
Comencemos esta aventura por los lugares más obscuros (con b) del cerebro de los subdesarrolladores que, en un empuje de originalidad, han creado unas seis mil apps iguales. Hemos elegido esta por la única razón de que era de pago, demostrando así la solidez económica de la publicación a nuestros inversores. Se trata de poner el dedito. El iPhone escanea tu huella emitiendo un ruido hartamente desagradable y te dice que no puedes pasar. El truco está en tocar la parte superior de la pantalla antes del escaneo. Así, la app te concederá acceso. Brillante, pero como el arroz.
Punked
Damos un pasito más dentro de la gilipollez táctil que nos centra hoy y encontramos dentro de esta app una recopilación de bromas sin gracia como la de los petardos para los cigarros; la utilidad, Fingerprint Scanner. En este caso, el supuesto chiste está en introducir previamente los datos de un amigo para que, justo después, pedirle que coloque su dedito. De nuevo, un sonido asqueroso (esto es algo común a cualquier app de escaneo) hace las veces de escáner y da como resultado los datos anteriormente introducidos. Se supone que se sorprende. Vuelvo a escribir “se supone” por si se le ha pasado por alto la primera vez.
FBI FP Scan
Y damos un pasito más dentro del ingenio subdesarrollador porque, aunque siendo una vez más una chanza con muchísima más pena que gloria, al menos han dedicado más de seis segundos a pensarla. Se considera que te das de alta como agente (aquí pinchan desde luego, porque yo creo que la gente sabe de antemano si es un agente de FBI o no, quizá me equivoque) y de nuevo, dedito a la pantalla, ruido desagradable y obtenemos un resultado: ¡eres uno de los 10 malandrines más buscados del ‘efbiai’! Te dice tu nombre, ese que has escrito al empezar esta sandez, y aparece una foto tuya que ha tomado la app, sin ningún tipo de permiso, mientras escaneaba. La foto tiene ese típico gesto de ‘no sé para qué narices hago esto’. La aplicación es de obligado pago.

Más apps, algunas de ellas decentes, en el post de David García.

Por Ricardo Llavador

Alicantino por nacimiento, latinoamericano por matrimonio, comunicador por elección pero publicitario por profesión.

Su afición por hacer unida a su desapego por el qué dirán, le han convertido en un prolífico creador de "cualquier cosa". Innecesarias, curiosas, irreverentes, mal hechas, profundas o completas sandeces... cosas con un solo punto en común: una absoluta y completa falta de criterio.

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