La colección empezó hace más de 20 años. Las primeras obras de arte estaban expuestas en su casa. Pero llegó un momento en el que el espacio quedó pequeño y el fundador de Vente-Privee.com, Jacques-Antoine Granjon, se llevó la colección a la oficina. Hoy la exposición permanente forma parte del paisaje que ven todos los días los empleados de esta compañía de venta privada en internet en París.
Dicen que Granjon piensa que el arte ahí, de fondo, acaba impregnando el trabajo de los creativos que hacen las campañas para vender la ropa y los productos de Vente-Privee.com. El fundador cree que es una forma de ofrecer algo más a sus empleados y de construir un espacio que no responde a la imagen convencional de una oficina.
El trabajo del día a día se mezcla con una serie de esculturas, fotografías, pinturas y piezas de videoarte que ya tienen su lugar intocable en las instalaciones de La Plaine Saint Denis. Y, a menudo, entran y salen otras obras de arte que pasan por salas de exposición temporal.
Granjon es un esteta. Definitivamente. Es un amor al arte que se extiende hasta el último detalle de la empresa que dirige. Desciende hasta cualquier aspecto relacionado con la imagen de la compañía. Hasta cualquiera de las campañas que hacen para anunciar los productos del club de venta privada. Hasta el diseño de su página. Hasta las mesas de rayas de colores de la oficina.
Y allí donde se mezclan en arte y una misión empresarial dirigida a la venta surge un concepto: art-commerce. Lo inventaron en las oficinas de Vente-Privee.com y con él intentan describir esa visión en la que el arte se convierte en estrategia y la estrategia no se concibe sin arte.
El año pasado, en el décimo cumpleaños de la compañía, el fundador condensó en cuatro palabras el porqué de una especie de museo en el lugar de trabajo. “El arte crea diálogo”, dijo. “Me he dado cuenta de que el arte destila poesía en la compañía. Facilita la interacción social y a veces hace las negociaciones de venta más fáciles. El arte da un alma femenina a Vente-Privee.com, una forma de poesía y también de energía, como, por ejemplo, en el gorila perchero de David Mach”.
“La relación de las personas con el lugar de trabajo se hace diferente”, comenta en el libro del décimo aniversario. “Es también una forma de comunicar la identidad de una empresa y de mostrar arte a aquellos que no han tenido la suerte que yo tuve de que mi madre me llevara a ver museos de todo el mundo”.
Esa alma femenina de la que habla no tiene nada que ver con el color de la compañía. La elección del rosa responde a un argumento tal y como este: “Es un color que queda bien en la pantalla”. Dicen sus empleados que fue una intuición de Granjon. Todo lo relacionado con la imagen de la compañía no sale de estudios de marketing ni branding. Responden, más bien, a una cuestión de sensaciones.
Y, como colofón, una vez al año el arte aparca su solemnidad y se convierte en un juego. Vente-Privee invita a sus empleados a crear obras que se exponen en la oficina junto a las piezas de artistas reconocidos.
El fundador de Vente-Privee.com durante las obras de las oficinas de París.
En otro lugar, lejos de la sede de la compañía, están los almacenes. En la puerta, y desde muy lejos, se pueden divisar dos luchadores de sumo. Los creó David Mach. Primero se exhibieron en el Jardin des Tuileries. Después viajaron por todo el mundo. Ahora dedican todo su tiempo a cargar un contenedor que se pintó en el color de Vente-Privee.com por petición de Jacques-Antoine Granjon.
«Estaba buscando una pieza para expresar la identidad de la compañía y un día vi los sumos en un libro de David Mach. Me quedé alucinado. Esta escultura ayuda a transmitir una imagen muy diferente de la logística en los negocios y genera una gran sensación de poder y elegancia», apunta el francés en el libro del décimo aniversario.
En una de las entradas al edificio se encuentra una pieza de videoarte de Erwin Olaf. Granjon descubrió a este fotógrafo holandés en una exposición de las series Royal Blood que representaba iconos asesinados. «Fue una historia de amor que comenzó con un rechazo», explica el fundador en el libro. «Cuando vi la fotografía de Lady Di con un logo de Mercedes en su brazo, me pareció demasiado provocativa». Pero con el tiempo cambió su idea sobre el holandés y acabó convirtiéndose en un coleccionista de sus fotografías.
Quizá porque piensa que este fotógrafo es «excepcional» por su forma de entender la estética y tratar los temas del «deseo, melancolía, violencia y belleza, en su estado más puro», Granjon le encargó el primer anuncio de la firma: Desire.
En David Lachapelle se fijó por su interés en la reinterpretación de escenas míticas o religiosas. En la pared de las oficinas de Vente-Privee.com se encuentra esta imagen basada en la escena que pintó Leonardo de Vinci como símbolo de las relaciones duraderas.
Por varias zonas del edificio es fácil encontrar esculturas realizadas con perchas metálicas. Son de David Mach. La urna florentina de la imagen de abajo fue la primera en entrar al edificio de La Plaine Saint-Denis. Llegó allí el mismo día que los empleados de Vente-Privee.com se trasladaron al nuevo espacio. Fue el 14 de julio de 1999. Granjon la había comprado dos años antes al artista escocés.
En el despacho del fundador hay una pintura al fondo. Es del disidente chino Yan Pei-Ming y, para Granjon, es un «trabajo político que representa el reto al orden imperante mediante la esponja que ha pasado sobre la cara de Mao».
En otra pared, otro desafío. Esta vez es del fotógrafo holandés Ruud Van Empel. Un ambiente misterioso. Una imagen que pretende sumergir al que la mira en un espacio pacífico y, a la vez, inmerso en el desasosiego.
Otras escenas de la oficina…
En el exterior, en un tejado que se observa desde las cristaleras de la oficina, hay colmenas. La idea de preservar la biodiversidad hizo que la compañía concediera un espacio a la apicultura dentro de la ciudad. Hoy unos apicultores pasan dos veces a la semana a cuidar de las abejas y recoger la miel para repartirla, cuando la cosecha lo permita, entre los empleados.
Disclosure: Vente-Privee.com corrió con los gastos del viaje a las oficinas de París para realizar este artículo.