«La banqueta, los semáforos, los parques, los camellones, los cruces, las fachadas… son lugares que atestiguan el cruce constante de ilusiones, estrés, risas, amores, lágrimas, violencia y demás energías que cada peatón carga en su camino y que forma parte de este flujo y destino constante, en el que suceden un sinfín de historias», esgrime Adam Villarreal, miembro del equipo de Art Walk México. «Nuestra intención, bajo el tema Historias Cruzadas, es crear un diálogo entre transeúnte y arte en el que el espacio público sea el protagonista».
La colonia Roma de Ciudad de México, uno de los núcleos lúdicos más importantes de la capital mexicana, es un punto de encuentro urbano por el que cruza en algún momento la mayoría de los 20 millones de personas que habitan esta ciudad. Todo el mundo sabe a qué lugares ir a comer allí, en cuáles se puede tomar un café tradicional o cuáles son los negocios más punteros de zona, pero ¿dónde mirar mientras se pasea por las calles de este barrio?
«Eso queremos que lo responda la gente, el propio público, por eso son ellos a quienes les damos la oportunidad de financiar los trabajos que quieren encontrar a través de crowdfunding para montar Art Walk, y solo esos trabajos serán los que vayan a la calle», explica Villarreal. «Queremos que sea una experiencia colectiva, que el evento se haga con la colaboración de todos nosotros».
Art Walk es una iniciativa artística urbana que ya ha paseado y cosechado éxitos en ciudades como Río de Janeiro, Toronto, Sídney, Londres, Los Ángeles o Tokio. Este agosto el turno de devolver el arte a la calle desde cualquiera de sus sentidos será de México. Según la definición del portavoz, «se presenta como una plataforma que promueve el arte de manera local integrando a las galerías, vecinos, artistas y el entorno gráfico». «El objetivo es hacer del arte algo público».
A través de Fondeadora, la plataforma de crowdfunding en la que llevan a cabo la iniciativa, su propuesta ha sido llamar en convocatoria abierta a jóvenes creadores de cualquier disciplina e invitarles a que presenten sus creaciones a través de la página.
«La selección es de 21 piezas y solo se expondrán las que queden fondeadas al 100%», explica. La innovación que quieren aportar al concepto de arte urbano chilango es que sea la propia audiencia, la gente, a través de su apoyo económico, la que decida qué obras merecen estar en la muestra que ocupará el 15, 16 y 17 agosto el camellón de Álvaro Obregón y las plazas Río de Janeiro y Luis Cabrera (colonia Roma).
«Generemos este movimiento juntos, impulsemos a los nuevos artistas», vierte su fórmula Villarreal. «A partir de 250 pesos puedes apadrinar cualquiera de las piezas y convertirte en un promotor del arte emergente. La gente decide qué quiere ver en las calles. Art Walk es la recuperación de la experiencia artística como siempre debió haber sido, de todos nosotros».
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