Los hoteles son lugares de paso en los que muchas veces las mentes creativas se sienten más libres. Al salir del entorno conocido, estamos más abiertos a apreciar los detalles. Al estar solos, tendemos a la reflexión. El papel de carta en blanco nos anima a garabatear algo.
Por todas estas características, los hoteles son lugares muy apropiados para dejar brotar el lado más creativo.
Muchos escritores han reconocido que gran parte de su obra la han escrito en hoteles. Es el caso de Hemingway o Fitzgerald. Es sabido que Proust frecuentaba el hotel Ritz de París. Otros, como Graham Greene o Thomas Wolfe, también encontraron la inspiración en los establecimientos hoteleros, a veces para dar vida a tramas salpicadas de vida nocturna, alcohol o drogas. Arthur Miller creaba en ellos mientras su esposa, Marilyn Monroe, hacía cine.
«¿Qué no se hará en un hotel? ¿Qué escritor no ha escrito en uno, o no ha situado en él la acción de algún libro? Es un lugar novelesco donde la imaginación cruza por decorados en su mayoría reales», escribe Nathalie de Saint Phalle en su libro Hoteles literarios. La relación poética de los escritores con los hoteles culmina, quizá, en el hecho de que muchos escritores murieran en habitaciones de hotel, como por ejemplo Chèjov o Wilde.
La iniciativa Art&Breakfast propone a los visitantes sumergirse en esa intimidad de los hoteles encontrando, esta vez, propuestas artísticas en cada habitación.
El evento, cuya tercera edición se celebrará del 9 al 11 de junio de 2017 en el hotel Room Mate Larios de Málaga, reunió a 160 artistas en su anterior edición, a la que asistieron aproximadamente 1.800 personas. Eso sin contar las actividades paralelas, que incluyeron master classes, conferencias, mesas redondas, conciertos, performances y otras acciones en nueve sedes en total.
José Antonio Mondragón, director de Art&Breakfast y de Factoría de Arte y Desarrollo, tiene su propia opinión sobre el motivo por el que los hoteles inspiran tanto a los artistas. «El hotel es un espacio que tiene algo de clandestino, en la medida que encierra tu propio anonimato en el lugar en el que (aunque sea puntualmente) vives. Encierra igualmente algo de huida, de escapada. De salida de tu entorno habitual. Algo de trasladarte a otro entorno en el que conoces otras personas y quizá pasan otras cosas. Quizá con reglas distintas. Los hoteles son alternativas a nuestra realidad cotidiana, como un disfraz. Probablemente, eso invite a los que en ellos se alojan a asumir otros personajes, a historias escondidas, a anhelos y a emociones diferentes. Es posible que estos estados puntuales, contribuyan a que el proceso creativo se ponga en marcha y aparezcan deseos de producir».
Refiriéndose a la feria Art&Breakfast, Mondragón comenta que «casi se convierte en un festival para la ciudad de Málaga», debido a las múltiples sedes (Centre Pomdidou, Museo Ruso, Museo Picasso, Museo Carmen Thyssen, Museo Jorge Rando, Ateneo, etc) que se unen al espacio nodriza, que es el Hotel Room Mate Larios. La programación es en la mayoría de los casos gratuita o con un precio testimonial no superior a los cinco euros.
El director considera que el modelo de Art&Breakfast está «validado» y comenta que, aunque de una edición a otra se van matizando cosas, la base funciona y la gente «responde muy bien».
No solo el público, sino también los profesionales. «Los galeristas hacen un gran esfuerzo y participan activamente de nuestras convocatorias, consiguiendo sacar tiempo para su disfrute también».
Aunque la esencia permanece, de una edición a otra intentan hacer crecer la oferta de actividades paralelas: «Que sean variadas, dirigidas a diferentes públicos, sorprendentes, de calidad y que —sobre todo— contribuyan a poner en valor a todos esos artistas y profesionales del sector cultural que están buscando un hueco en el mercado».
Cuéntanos en los comentarios del post o en Facebook algo que hayas creado en un hotel (un poema, un dibujo, una sesión fotográfica, una empresa) y podrás ganar una de las tres entradas dobles que regalamos para asistir a Art&Breakfast 2017 en Málaga.
3 respuestas a «Art&Breakfast: el poder inspirador de los hoteles»
Escribí un relato.
Estaba en Tokio y fue tal la impresión que tuve cuando saqué por primera vez un pié a la acera dirección al metro que cuando regresé a mi habitación tomé el ordenador y no lo solté hasta que acabé el texto.
Estando en Marrakech, al llegar una noche al Riad donde me hospedaba y después de un baño árabe, comencé a escribir un libro que he llegado a publicar «Un corazón de ida y vuelta». Fue un momento inspirador donde encontré la calma.
¡Hola, Amalia! Eres una de las ganadoras del concurso, pero el mail que dejaste nos da error y no te podemos informar. Tu nombre estará en la lista de invitados. ¿Nos escribes a isabel@yorokobu.es? ¡Muchas gracias! 🙂