Categorías
Creatividad

Arte callejero de mala calidad y con recochineo

Es un “obrero” extremeño que un día “quedó fascinado por la magia de crear algo de la nada”. No tiene un estilo definido aunque reconoce que pasó mucho tiempo buscando una identidad pictórica. Lo que encontró fue un “soporte ideal para expresarse”: la basura. Francisco de Pajaro no es el único artista que trabaja con material de desecho pero seguro que es uno de los más autoexigentes y con menos pelos en la lengua.

Lo que dice de sí mismo y de su trabajo va más allá de la modestia: “Pinto porque es lo que peor se me da en esta vida por lo que, cada vez que lo hago, es una motivación para superarme. Si lo hiciera muy bien me aburriría y caería en la autocomplacencia”.

Dice que le influye todo lo que ve y aprovecha para volver a ‘lanzarse flores’ a sí mismo: “Soy una mala copia de todo”.

Claro que al flagelarse, algún que otro latigazo se escapa y alcanza a un tercero: “Soy un exiliado artístico. Vengo de la dictadura y de la intolerante ciudad de Barcelona de batallar por sus calles con el baluarte de la libertad de expresión”.

Pese a ser “una de los lugares más represivos con el arte urbano» fue en la ciudad condal donde nació Art in Trash. “Ha sido secuestrada por unos políticos engreídos y codiciosos. En Barcelona, he visto cómo la policía multaba a ciudadanos por opinar sobre mi trabajo con la basura. Algo insólito”.

De allí se fue a Valencia. Luego llegaron Madrid, Sevilla, Mérida, Badajoz, Palma de Mallorca e Ibiza. “En Berlín estuve poco tiempo y casi que no encontré basura. Para valorar una ciudad con el trabajo artístico que hago en la calle, necesito vivir ahí mínimo dos años. Por el momento, Londres me está tratando muy bien y es de agradecer”. En todas ellas ha trabajado con basura porque “cada uno trabaja con lo que quiere o con lo que puede. Hace 5 años no se me hubiese pasado por la cabeza trabajar con despojos”.

Cuenta que lo empezó a hacer tras un desengaño y no precisamente amoroso: “El sistema y mucha parte de la sociedad me hizo creer que hacer arte en la basura o en otros medios no tiene ningún valor. Que el buen arte y de calidad solo está en los museos y en la galerías que ellos crean para sus intereses, y que si no llegas a estos lugares no serás considerado un buen artista”.

En resumen, y “hablando fino”, Francisco de Pajaro dice haber “mandado a tomar por culo todas estas formas de esa parte de la sociedad que detesto. Estoy de acuerdo con alguien que dijo que el arte ha sido secuestrado por las grandes esferas, por políticos incultos y por el elitismo de una sociedad enferma”. La venganza de Pajaro consistió en salir a la calle donde dice “intento hacer arte de mala calidad y con recochineo”. Y parece que algún que otro efecto ha surtido porque, Francisco asegura, “antes, las galerías me cerraban las puertas cuando mostraba mi trabajo limpio en los lienzos y ahora que lo hago en la basura me abren las puertas de par en par”.

Por Gema Lozano

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutenses de Madrid. Parece que fue ayer, pero lleva ya más de veinte años escribiendo -aunque no seguidos, :)- en distintos medios. Empezó en las revistas de Grupo Control (Control, Estrategias e Interactiva), especializadas en marketing y publicidad. Más tarde pasó a formar parte de la redacción de Brandlife, publicación gratuita de Pub Editorial.  Y en los últimos años sigue buscado temas y tecleando en Yorokobu, así como en el resto de publicaciones de la editorial Brands & Roses.

Salir de la versión móvil