Categorías
Creatividad

Retratos renacentistas al estilo Barbusso

Miran con solemnidad, con la seriedad desafiante de quien se sabe en un estatus superior que exige cierta distancia y condescendencia con sus vasallos. Pertenecen al pasado, pero sus imágenes tienen un toque de actualidad, cierto aire a collage, que descoloca al espectador. Podrían ser cuadros renacentistas, pero también muestran reflejos de aquellos retratos que los romanos dejaron reflejados en sus mosaicos y murales.

Las ilustradoras italianas afincadas en Milán Ana y Elena Balubusso, las Balbusso Twins, recibieron el encargo del Merrion Hotel en Dublín de realizar los retratos de personalidades históricas que habitaron en las cuatro casas gregorianas que componen el complejo para el libro The History of the Merrion Hotel.

Para ello, observaron cuidadosamente las pinturas históricas conservadas de aquellos personajes, una verdadera labor de investigación. «Queríamos respetar el periodo histórico, pero dando nuestra propia interpretación personal del Renacimiento», explican sobre el proceso de selección. «Elegimos un retrato frontal inspirado en los que los romanos hacían de las momias egipcias. Esto nos permitió crear una colección más homogénea», concluyen.

Pusieron el foco de atención en las miradas y en la expresión de los rostros, pero también en otros detalles como los trajes y las joyas. Su intención era transmitir elegancia, estatus, autoridad.

Para los fondos, el cliente les pidió rediseñar los detalles arquitectónicos del Merrion: las rosetas de los techos, los estucos, los diseños del suelo, los motivos decorativos de puertas, muebles y papeles pintados… «Cada decoración ha sido diseñada para un personaje. Por ejemplo, las flores tras el retrato de Mary Delany están inspiradas en los cuadros de ella donde se la retrata con un fondo negro y maravillosas composiciones florales», explican las ilustradoras italianas. «Usamos una paleta inspirada en los colores gregorianos».

El clasicismo, especialmente el Renacimiento, es un periodo artístico que siempre ha inspirado y marcado el estilo de estas dos ilustradoras. Se especializaron en pintura e historia del arte en la Academia de Bellas Artes de Brera, Milán (Accademia di Brera), y continuaron sus estudios en la Universidad de Milán sobre historia, literatura moderna, filosofía…

«Creemos que estudiar historia del arte ha sido fundamental a la hora de ayudarnos a escoger nuestras carreras. El Renacimiento juega un papel esencial en nuestro trabajo, es una fuente de inspiración muy importante, aunque no la única». También les inspira el arte antiguo de los murales romanos («los frescos de Pompeya»), el Romanticismo («el preludio del arte moderno»), el Arte Moderno («simbolismo, surrealismo, el constructivismo ruso, el futurismo italiano…) y el Arte Contemporáneo.

El estilo de estas dos hermanas se ha ido desarrollando gradualmente como resultado de su mutua colaboración. «Somos un equipo», afirman, «no delegamos nuestro trabajo en otros»; prefieren dividírselo en diferentes fases del proceso. Usan tanto técnicas manuales y tradicionales (acrílico, guaché, lápiz, pluma…) como digitales. «Pero no usamos pinceles virtuales, sino que seguimos haciendo todo a mano con guaché negro sobre papel», aclaran.

Huyen de las imágenes producidas en serie, prefieren trabajos más artesanales, más a medida de cada cliente. Y son muy escrupulosas con los detalles, empleando técnicas para ello que les llevan mucho tiempo. «Nuestro mayor logro es obtener imágenes que reflejan ideas potentes, síntesis, fuerza en las expresiones, emociones», aseguran las artistas italianas. «Es importante atrapar al espectador, crearle interrogantes. No es fácil de conseguir, pero es lo que intentamos».

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

Salir de la versión móvil