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El equipo nigeriano de bobsled femenino quiere ser olímpico

En 1988, un grupo de deportistas decidió participar en los Juegos de Invierno de Calgary en la categoría de bobsled. Nada fuera de lo normal, de no ser porque esos deportistas eran jamaicanos, país en el que no abunda la nieve. Tan inusual fue la aventura que la factoría Disney decidió narrarla en la película Elegidos para el triunfo.

Casi tres décadas después, la historia se repite. Esta vez con un grupo de mujeres que han decidido poner en marcha el equipo femenino de bobsled. Su objetivo es poder clasificarse para representar en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018 a su país: Nigeria.

Seun Adigun es una deportista nigeriana que ha participado en diferentes certámenes internacionales como velocista en carreras de 100 metros. Tras su experiencia en el atletismo, ahora ha decidido probar suerte en el mundo del bobsled.

«Mi intención es devolverle al país que represento lo que me ha dado. Por eso, consideré que poner en marcha una iniciativa como esta serviría para empoderar a millones de personas en todo el mundo, especialmente en África. Competir en bobsled era una forma de implicar a todo un continente en este deporte», explica Adigun.

Aunque hay categorías individuales, la disciplina de bobsled elegida por Adigun es la de equipo. Para ello ha necesitado encontrar dos personas más que, no sólo se animasen a emprender esta particular aventura, sino que tuvieran una especial conexión con ella. En el caso de Adigun, fueron Ngozi Onwumere y Akuoma Omeoga.

«Conocí a Ngozi cuando fue seleccionada por la Universidad de Huston mientras yo era entrenadora. Le propuse formar parte del equipo y, después de pensarlo y hacer algunas investigaciones, aceptó. A Akuoma, la conocí en el verano de 2016 cuando se fue a vivir a Texas. Me la presentó un amigo común. Cuando nos vimos parecía que nos conocíamos de toda la vida. Me sentí tan cómoda con ella, que pensé que sería perfecta para este equipo».

Nigeria es un país ecuatorial que no se caracteriza por las ventiscas, las heladas o los temporales de nieve. Sin embargo, no es este el mayor problema de Seun Adigun y sus compañeras a la hora de competir en bobsled.

«Como ciudadanos de Estados Unidos y Nigeria, tenemos la posibilidad de entrenar en Estados Unidos. También tenemos posibilidad de viajar a lugares donde sí que hay nieve, incluso pistas de bobsled para entrenar en el terreno apropiado para la competición».

La verdadera dificultad de estas atletas es conseguir la financiación necesaria que les permita sufragar la equipación que requiere este deporte. Unos materiales que no son precisamente un balón o unas zapatillas deportivas.

«Necesitamos alrededor de 150.000 dólares para poder competir en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018. Además, para poder empezar los entrenamientos a fondo, el dinero tiene que llegar antes de octubre de 2017».

Para conseguir los fondos, Seun Adigun y sus compañeras de equipo han recurrido a inversores individuales, empresas patrocinadoras y han iniciado una campaña de GoFoundMe en la que cualquiera puede participar.

«Todas las aportaciones son bienvenidas. Además de esas ayudas, contamos con la del Gobierno nigeriano, que ha estado apoyándonos desde el principio de esta aventura. Es una causa común que queremos desarrollar juntos. Nuestra intención con este proyecto es que aumente la preocupación del Gobierno nigeriano por el deporte en general».

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