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Broadchurch: composición en imágenes de una mujer rota

En Broadchurch, la cámara intensifica con sobriedad la descomposición de una mujer destrozada: Beth Latimer.
(Contiene spoilers).

Beth Latimer es una madre rota por el asesinato de su hijo y una esposa amargada por la infidelidad de Mark, su marido. La cámara remarca los momentos en los que Beth se muestra ahogada por las circunstancias: dentro de espejos, enfocada tras ventanas, entre cajas de cereales, a través de puertas entornadas o sacando de plano partes del cuerpo.

LA CÁMARA Y LA ESPOSA TRAICIONADA

No hay intimidad ni complicidad en el matrimonio de Beth y Mark. La comunicación estaba rota antes del asesinato del hijo: comenzó con la infidelidad de Mark. Beth tardará en descubrir la traición, pero ya siente los efectos. La cámara muestra el enfriamiento del matrimonio en la primera escena: Beth y Mark duermen con las espaldas enfrentadas. Quizá algunos lectores piensen que estas posturas son comunes y no revelan el estado de una pareja. Estos lectores acertarían si hablaran de parejas reales. En la ficción, cada detalle cuenta. El distanciamiento del matrimonio no estaría marcado visualmente si cualquier miembro de la pareja o ambos durmieran boca abajo o boca arriba o mirando a la misma dirección o con un rostro frente al otro.La cámara continúa mostrando la descomposición del matrimonio durante el desayuno. Beth está «cortada» por la puerta, ya se sitúe a la izquierda o a la derecha (la mujer tapada, que no es tenida en cuenta). Sin embargo, su esposo y su hija aparecen completos.

 

Por otro lado, cuando la cámara muestra en el mismo plano a Beth y Mark, estos no se miran a los ojos. Mark rehuye en todo momento a su esposa por temor o vergüenza o desafecto. Mark mira a Beth y Beth mira a Mark en planos enfrentados. La cámara señala así el desmoronamiento de la pareja. La muerte del hijo agranda el abismo. De alguna manera, Mark esconde el rostro del traidor con la tragedia.

Estas «no miradas» están en todos los momentos de Beth y Mark hasta la penúltima escena del tercer capítulo, de noche, en el dormitorio de matrimonio. Mark regresa de un largo interrogatorio policial. Mark no ha querido contar que pasó la noche del asesinato con la amante. A tener en cuenta que al llegar a casa reclama los abrazos de la hija y rehuye la mirada de la esposa. De todos modos, Beth no está para abrazos, quiere respuestas y las exige más tarde.

«Mírame», dice Beth metida en la cama.
Mark se vuelve y la mira con hastío.
«¿Mataste a nuestro hijo?», dice Beth.

Él replica ofendido que no es un asesino. La cámara muestra a ambos mirándose a los ojos, en el mismo plano; sin embargo, aquí no hay amor. Mark se marcha asqueado y violento. (Las escapadas de Mark son una constante en el matrimonio, como sus accesos de ira). Al final de este episodio, Beth pilla a su esposo besando y abrazando a la amante.
En los episodios cuarto y quinto de Broadchurch, Mark sigue rehuyendo la mirada de Beth: mira al frente o en dirección opuesta a su esposa. Mark camufla el rostro de la traición con el rostro de la indignación por la acusación de asesinato. Algo cambia: Beth sí mira Mark, con cansado reproche, en el día a día.

«Sé lo tuyo con Becca Fisher», dice Beth a Mark al final del cuarto episodio. Se lo dice pasando por delante de él en el pasillo que conduce a la rueda de prensa.
En el siguiente episodio, Mark busca la mirada de Beth por primera vez en la serie. La cámara muestra en el mismo plano a Beth y Mark. El marido mira a la esposa, expresa arrepentimiento y pide una segunda oportunidad.

REFLEJO EN LA VENTANA: LA MUJER DESDIBUJADA
Beth acepta una reconciliación, pero las heridas siguen abiertas. Hay un plano revelador en un desayuno familiar, en el sexto episodio: Beth, apenas reflejada en el espejo, alejándose de Mark. Él pide a Beth que tenga el bebé. Una irritada y cansada Beth replica: «Saluda a la ex de mi parte». Y aquí está el plano de la mujer desdibujada, la esposa que se siente menos esposa, menos persona.

(Aquí, un detalle de guion: los guionistas muestran cómo la mujer dolida sabe recordar a su pareja un momento que a él le incomoda).
El matrimonio parece que irá adelante e incluso se permite disfrutar juntos y con la hija. Sin embargo, es una pantomima por parte de Mark, como se verá más adelante.

EL ESPEJO DEL SALÓN: TESTIGO DE UNA SEPARACIÓN
El espejo del salón es el símbolo que mejor expone a la madre rota y también a la esposa desolada. La cámara enfoca el espejo del salón en dos ocasiones:
1. La primera vez, en el primer episodio, Beth y Mark están dentro del espejo. La policía comunica el asesinato del hijo. (Atento al cambio de vestuario de los personajes: el mismo encuadre, dos escenas distintas).

2. La segunda vez, en el octavo episodio, Beth aparece sola en el espejo. La policía comunica la identidad del asesino. En esta ocasión, Mark pasa por delante del espejo y huye: el matrimonio está disuelto. Las dos dimensiones de Beth en el mismo plano: la madre rota y la esposa engañada.

Por Javier Meléndez Martín

Soy guionista desde 1998. He trabajado en producciones de ficción y programas para Canal Sur, ETB y TV3.

Co-escribí el largometraje para televisión Violetas (Violetes), una película para Televisió de Catalunya, Canal Sur Televisión y Canal 9. (2009).Violetas consiguió dos premios y dos menciones.

Imparto talleres de guion desde 2010.  Ahora, en Portal del escritor.

Puedes leer mi blog La solución elegante (recomendado por la Universidad Carlos III de Madrid para estudiantes de guion).

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