Cuando en noviembre de 2016 los estadounidenses elijan a su líder número 45 el mundo se perderá a un emblema. No es que Barack Obama haya sido el mejor o el peor presidente, pero sí ha sido el que ha conseguido marcar un antes y un después en un mundo: el del marketing político. Siempre al más puro estilo norteamericano.
Sólo así se entiende que el presidente que más se ha apoyado en las redes sociales y la comunicación online haya acabado cediendo su nombre a una organización sin ánimo de lucro, la misma que financió su campaña. Aquí David G. Ortiz contaba los detalles, y algunas posibles ideas sobre dónde estaba el negocio del asunto.
La cosa es que no es Obama el que tuitea, ni tampoco su equipo. Y tampoco son ellos los que dirigen los contenidos del blog. Pero esa huella marketiniana es la misma, a veces orquestando campañas políticas de esas que en otros países no quedarían tan bien como les quedan a ellos.
La última es una genialidad: ‘Climate Change Fantasy Tournament‘. La OFA, que así se llama la organización que maneja la identidad digital de Obama, ha creado una especie de competición en la que pedía el voto de la gente para decidir quién es el peor negacionista de la política estadounidense. La respuesta no era fácil.
Así, el torneo ficticio estaba planteado al modo de la NBA: por conferencias y con eliminatorias. Por ahí asoman algunos de los nombres más conocidos entre los revisionistas más duros del ambientalismo actual: quince hombres y una mujer, todos ellos, claro, del Partido Republicano. Para las organizaciones demócratas, el negacionismo tiene una clara ideología
El nombre elegido no es casual. El ‘Fantasy Tournament’ es un claro guiño a cómo se suelen llamar algunos juegos deportivos de simulación… a la vez que apelan a la «fantasía» que supone cuestionar el cambio climático. Y para rematar la faena, el logotipo: un unicornio para el país de la fantasía de los negacionistas
Who will take home the title of #ChampionDenier? Vote now: http://t.co/hFWKz1uKEf pic.twitter.com/l8TGDshzIg
— Barack Obama (@BarackObama) marzo 12, 2015
Vote on the Flunked-Science Four now: http://t.co/RjSXjrli7Y #ChampionDenier pic.twitter.com/wUamlZkOiv
— Barack Obama (@BarackObama) marzo 19, 2015
Pero ganador, al final, hubo uno: el senador por Oklahoma James Inhofe, el más famoso de los negacionistas.
Puede que Inhofe sea el más conocido, el símbolo… pero no es el más persistente de los que niegan que exista el cambio climático. Ahí el rey es Roger Wicker, el único senador que, aún hoy, sigue negándolo. Él solo. Para qué más.