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Cara y cruz: las historias que te pierdes

Jane Austen sustituirá a Charles Darwin, un relevo que se sucede después de que Winston Churchill reemplazara a la activista Elisabeth Fry. Este baile de nombres se sucede en las libras inglesas, mientras que en España la imagen del rey Juan Carlos ha sobrevivido a cambios de moneda y su perfil descansa en nuestros bolsillos desde las pesetas de la Transición. No les prestamos mucha atención, pero las caras que aparecen impresas o grabadas en nuestro dinero son, en sí mismas, una expresión artística.

“Las monedas no dejan de ser pequeñas esculturas reproducidas de forma masiva”, afirma André Levy, un artista que ha encontrado en estas figuras numismáticas la base para su trabajo. No es otro que customizar las caras, travestir a los líderes internacionales de figuras pop. Desde Karl Lagerfeld hasta Catwoman. “La mayoría de la gente cuenta el dinero después de comprar el pan, yo solo veo qué monedas tienen la mejor cara para hacer mi trabajo”, confiesa con sorna este artista brasileño afincado en Alemania.

El proyecto nació en Instagram y creció en Tumblr. Hoy Levy tiene miles de seguidores en ambas plataformas que le sugieren a quién debería dibujar. Las limitaciones de un trabajo así son muchas. Por un lado está el tamaño del objeto en el que se plasma, algo que Levy soluciona con lentes de aumento y  unos pinceles especialmente finos. Pero quizá más complicado sea encontrar semejanzas entre la figura que representa la moneda y la que Levy quiere plasmar. A primera vista no es fácil reconocer a la sirenita Ariel en la cara de la Venus de Botticelli, o más aún ver las semejanzas entre el monarca español, Franco y los minimoys, esos bichejos espídicos de la película Gru, mi villano favorito.

“Lo más difícil es encontrar monedas que encajen con los personajes que quiero retratar”, reconoce. Quizá por ello su trabajo se plasma en monedas de todo el mundo. Bajo la pintura, el níquel y el latón no subyace ningún mensaje político. El artista quiere dar “un carácter individual a cada réplica y hacernos pensar: ¿somos capaces de preferir un céntimo frente a otro introduciendo simplemente una historia en él? Estas son las historias que el consumidor medio se pierde, las que pasan por sus manos sin apenas prestar atención. Y de ahí el título de su proyecto: ‘Tales you lose’ (cuentos que te pierdes o cruz tu pierdes)

Levy reconoce que con un proyecto que surgió casi por casualidad ha conseguido “mostrar cómo los cambios transforman la manera en la que nos relacionamos con los objetos cotidianos”.  En tiempos de crisis damos mucha importancia al dinero, pero muy pocas veces nos paramos a reflexionar sobre su valor más allá del estrictamente económico. Pero Levy sí. Asegura que las monedas “representan la realidad, nos representan a nosotros, la gente anónima y corriente. Revelar esas caras famosas es hacer visibles las fantasías que nos conectan con sus historias, sean estas reales o una mera ficción”. Dinero para reflexionar.

Por Enrique Alpañés

Periodista. Redactor en Yorokobu y otros proyectos de Brands and Roses. Me formé en El País, seguí aprendiendo en Cadena SER, Onda Cero y Vanity Fair. Independientemente del medio y el formato, me gusta escuchar y contar historias. También me interesan la política, la lucha LGTBI, Stephen King, los dinosaurios, los videojuegos y los monos, no necesariamente por ese orden. Puedes insultarme o decirme cosas bonitas en Twitter.

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