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Creatividad

La geometría sensual de Carlín Díaz

El paso de los años actúa como un filtro. Muchas de aquellas frases que nos resultaron lapidarias cuando las pronunció el profesor de turno se tornan meras sandeces cuando la memoria las recrea en nuestra mente adulta. Otras, en cambio, permanecen para siempre como principios irrefutables. Carlín Díaz incluyó aquella reflexión de su profesor de dibujo entre estas últimas: «Un día me pidió mirar la silueta, el contorno que posee un objeto para luego dibujarlo. Me dijo que lo que veía no era un objeto sino líneas y eso se me quedó grabado en los ojos hasta el día de hoy».
Entonces, el ilustrador y diseñador gráfico vivía en su Caracas natal. Todavía era un niño, pero desde aquel momento sus ojos se especializaron en percibir la realidad de una manera distinta a la convencional. «Es como ver cada elemento a contraluz. Siento que de esta manera tengo una mayor perspectiva de la característica o personalidad de cada uno para influenciarme en mi trabajo gráfico».

Esa peculiar manera de reparar en las cosas que le rodean se traduce en las formas orgánicas y geométricas que prevalecen en sus ilustraciones. Y si hay una figura predominante, esa es el círculo. «Lo utilizo prácticamente para todo: para la elaboración de personajes, plantas, nubes, rostros, labios…».
La geometría de Carlín Díaz rebosa sensualidad. También colorido. «Probablemente, esos tres factores (geometría, sensualidad y color) conforman el ‘factor común’ de mis creaciones». A partir de ahí, cada creación de Carlín es un mundo propio.
Las regresiones a su infancia no solo incluyen los recuerdos relacionados con su profesor de dibujo. Las imágenes de aquellos maratones de videos de skate retornan también con fuerza. «Quedé muy marcado con el estilo gráfico de los vídeos de Habitat. Fue así cómo descubrí a Joe Castrucci y Charley Harper. Me enamoré de la manera en la que comunican mediante la unión de solo tres figuras geométricas».

Al «gran» Carlos Cruz Díez dice deberle el gusto por el dinamismo en las composiciones y también los detalles surrealistas. «Y a mi madre le agradezco esas ‘formas’ deliciosas que me hacía para el desayuno, el almuerzo y la cena».
Hace un par de años que dejó Venezuela para instalarse en París. Desde la capital francesa sigue recordando los vivos colores de las casas caraqueñas. «Ahora tengo la suerte de conocer otro tipo de colores y arquitectura completamente diferentes que de alguna manera también están reflejados en mi trabajo. Recién terminé una ilustración llamada La Ciudad 2016. En la composición tomé el estilo de la arquitectura parisina inspirado de colores al estilo latinoamericano».
Su llegada a París coincidió con la obtención de su título de diseñador gráfico. Después, Carlín descubrió la ilustración y la animación. Con ambas disciplinas son con las que realmente disfruta: «Con ellas, la recompensa consiste en generar algún tipo de emoción al ser humano. Y creo que eso es lo que más me gusta; cuando veo una persona sonriendo al ver mi trabajo, esa sonrisa se multiplica por dos».
 




Por Gema Lozano

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutenses de Madrid. Parece que fue ayer, pero lleva ya más de veinte años escribiendo -aunque no seguidos, :)- en distintos medios. Empezó en las revistas de Grupo Control (Control, Estrategias e Interactiva), especializadas en marketing y publicidad. Más tarde pasó a formar parte de la redacción de Brandlife, publicación gratuita de Pub Editorial.  Y en los últimos años sigue buscado temas y tecleando en Yorokobu, así como en el resto de publicaciones de la editorial Brands & Roses.

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