Jonathan Keep lleva cerca de 40 años creando todo tipo de cerámicas. Siempre le ha fascinado la manera en la que esta disciplina se ha desarrollado en las diversas civilizaciones de la historia, incluida la que le ha tocado vivir a él. «Me considero un artista alfarero porque concibo mis vasijas como esculturas que dicen mucho de mi tiempo». Ese tiempo, ahora, es el de la impresión 3D y por eso Keep la ha incorporado a su proceso de creación.
Desde hace algo más de diez años, Jonathan utiliza un software informático para desarrollar nuevas formas cerámicas. Se sirve de un sistema mediante el cuál el diseño se transcribe en código informático que, a su vez, es enviado a una impresor DIY 3D que el propio artista ha adaptado para imprimir en barro. Las vasijas se imprimen capa a capa mediante un movimiento en espiral. Una vez impresas, se hornean y esmaltan de forma tradicional.
Aunque la forma de trabajar el barro es diferente al de la cerámica ‘analógica’, la dificultad, asegura Keep, es la misma en ambos casos. «Lo realmente complicado es dar con la forma apropiada, que diga algo para el que la vaya a contemplar, pero también que me diga algo a mí. Lo realmente complejo al trabajar con la tecnología es hacer algo significativo con ella».
La informatización del proceso permite al alfarero jugar con el código numérico oculto que, en su opinión, sustenta toda la naturaleza. «Crecí en una reserva de caza de Sudáfrica y es algo que me hizo entender desde pequeño que los seres humanos somos parte de la naturaleza. Los sistemas, los patrones y procesos que existen en ella son los mismos que los nuestros. Estoy convencido de que viviríamos mejor si llegamos a entender el código que sustenta toda la naturaleza».
Embarcado en su búsqueda de los sistemas y patrones que rigen la vida en la Tierra, para Keep las etiquetas son lo de menos. No le importa si su trabajo con impresoras 3D es considerado o no como artesano. De hecho, esquiva el término siempre que puede. «La artesanía es un concepto europeo que ha crecido en oposición al de bellas artes. En un mundo más complejo culturalmente creo que es importante pensar simplemente en términos de creatividad, que es lo que abarca todas las actividades artísticas. Las técnicas digitales están ayudando a romper las anticuadas divisiones entre arte y artesanía».
Eso no quita, advierte, que las expectativas sobre el futuro de la impresión 3D se estén sobredimensionando. «Hay que controlar lo que se dice al gran público. Dejar claro que se trata de un proceso que llevará su tiempo y que se desarrollará de distintas formas, algunas difíciles de entender a día de hoy». Keep es de los que creen que el diseño 3D no cambiará nuestra vida de la noche a la mañana. Contribuirá a que evolucione, sin duda, pero lo hará a medida que los diseñadores creen productos que se puedan producir de a través de esos métodos. «De hecho, en muchos casos no seremos conscientes de estar asistiendo a una revolución de la impresión porque esta formará parte de una revolución mucho más compleja que implicará a todos los procesos de fabricación».
Jonathan Keep es uno de los invitados a REPLIC_AGE ’14. Diseño y Manufactura Digital, que tendrá lugar los días 23, 24 y 25 de mayo en la Central de Diseño / DIMAD de Matadero Madrid, y que coincidirá en fechas con la segunda edición de Zinc Shower.
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