Estamos en iRedes, el primero Congreso Iberoamericano sobre Redes Sociales, intentando hacer un dibujo genérico acerca del panorama de las redes sociales en el momento actual. Mis tendencias contraculturales de los viernes por la mañana me empujan a hacer lema vital de lo de ‘en casa del herrero’ y abogar por el desprecio a los medios sociales y la apología de la obra de Tote King. Sin embargo, ante mi carencia de valores morales y referentes éticos, voy a hacer lo contrario a aplicarme el cuento y voy a colgar en Facebook las fotos de mi primera comunión.
Thom Yorke, un tipo que redefine el concepto de ‘bizquera’, a veces se suelta la melena y se baila unos estándars. Lo bueno de los estándars es que sirven igual para un roto que para un descosido. Algún cachondo ha aplicado sus magníficos pasos de baile a un hit de Beyoncé y este es el resultado.
A medio camino entre la danza ridícula y el juego de las películas se encuentra esta perfomance David Armand en la que representa la letra completa de un tema de Queen.
Yorokobu no sólo cuece sino que enriquece. El baile histriónico está bien, mueve el mundo y tal. Pero echarle algo de saber a la mollera siempre es favorable para los intereses de cada uno. Hoy, ciencia. Los extraños poderes del efecto placebo.
Música hecha con ruidos de animalicos. ¿Hay algo mejor en la vida? Quizá, pero ahora no me viene nada a la cabeza.
Sí, ya lo habéis visto, pero si encontráis algo mejor que hacer que ver este vídeo, yo, ahora mismo, me corto el brazo izquierdo. Kobe Bryant pone cara de cartón en un anuncio de 5 minutos dirigido por Robert Rodriguez. Un must.
Un paseo de dos minutos por el mundo microscópico para comenzar el fin de semana.
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Foto de cammyjams reproducida bajo licencia CC
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