Hay semanas que chanan más que una camiseta con el careto de Marty McFly. Todo porque Joaquín Reyes y sus esbirros han vuelto al tajo y alguna noche de entresemana será un poco menos triste. Museo Coconut se llama el invento y mejora con el paso de los minutos. ¡Mira, mira!
La acción de Museo Coconut se desarrolla, adivinad… sí. En un museo. Y en un museo se respira arte y frotamientos, como todo el mundo sabe. Emilio, uno de los vigilantes del museo, hace una pequeña demostración de la performance que tiene en mente.
En cualquier caso, no en todos sitios se puede refregar la cebolleta en prime time. En algunos sitios, incluso hay que ser cauteloso con el lenguaje empleado y no decir palabras que rimen con chirimoya o madroño. En Estados Unidos es un asunto de mucha risión que parte a uno en dos cuando se visionan varias de estas transformaciones de una tacada.
Y es que hay mucho cabrón suelto por el mundo. Sin ir más lejos, y desde el imprescindible canal de Failblog, ¡la persona más mala del mundo!
Ahora, una pausa para la publicidad. ¿Cómo sería la vida si pudiéramos aplicar Photoshop en las situaciones cotidianas de nuestra existencia? Pues mucho más fácil, sin duda. Creado por Hyperakt.
Rapture es una pequeña porción de lo que el director Tom Lowe está componiendo para una película. El nombre de la cinta es Timescapes, y es una cosa así de bonica.
Tiltshift + Stop Motion. Dos técnicas fotográficas que, combinadas, ofrecen resultados como este. ¿Original? No. ¿Resultón? ¡Tela marinera! El responsable, Sam O’Hare.
Bonus track: Si no sabes qué es un coconut, tampoco has tenido infancia. Afortunadamente, la bonus track de los viernes se ha especializado en recuperar el pasado perdido de miles de niños desmemoriados.
