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Conducir es divertido, pero mucho más si es un eléctrico

Cuando comparamos un coche eléctrico con uno de combustión interna, nos fijamos en los beneficios medioambientales que ofrecen, por ejemplo. Pero solemos olvidarnos de un factor importante que nos puede ayudar a decidirnos a pasarnos definitivamente a la electrificación: la diversión y el placer de conducirlos.

Y aquí tienen gran relevancia las características técnicas de los vehículos con etiqueta 0 emisiones. Para empezar, el hecho de que su motor sea más ligero que uno de combustión y que las baterías se distribuyan en el suelo del vehículo hace que los coches eléctricos tengan mucha más estabilidad en carretera y su conducción sea más dinámica.

Opel Corsa Electric

Para conseguir una aceleración en su par máximo (empuje), basta con rozar el acelerador. De ahí que sus conductores lo perciban como mucho más enérgico, vivo y potente que uno de combustión interna a igualdad de potencia. Otro factor a tener en cuenta es que nos libramos de tener que estar pisando el embrague continuamente, ya que los vehículos eléctricos no tienen marchas, o, si las tienen, son automáticas. De esta manera, no se agota nunca la potencia percibida.

Opel Mokka Electric

Que conducir un coche con etiqueta 0 emisiones sea tan placentero y divertido tiene también mucho que ver con los modos de conducción que ofrece (ECO y Sport), con la frenada regenerativa y con la mayor potencia de sus motores, como la que ofrecen las gamas Corsa y Mokka de Opel.

Opel Mokka Electric

Si quieres conocer más en detalle por qué te resultará más divertido conducir un coche eléctrico que uno de combustión interna, entra en Elektro-comprometidos, la plataforma de Opel para acercarte a la e-movilidad.

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