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El dinero de tu contaminación mejora el metro

Las grandes ciudades se mueren. O bueno, más bien te mueres tú, que es algo claramente más inconveniente. Por más que uno, cuando muere, siempre tiene la sensación de que la cosa es demasiado temprana, lo cierto es que los altos niveles de polución causan alrededor de 10.000 muertes prematuras en España cada año. Son datos del Instituto Nacional de Estadística y el Ministerio de Medio Ambiente aportados en una jornada informativa organizada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) hace algo más de un mes.

Mientras en Madrid muchos andan quejándose porque no puede ir a comprar a Zara en crossover y aparcar en la puerta de la tienda de Gran Vía, en Nueva York han decidido hacer llorar a mucha gente.

Como explica The New York Times, la ciudad ha decidido cobrar una tasa de unos 10 dólares por entrar en coche en la parte de Manhattan más congestionada.

La medida, que ya se aplica en ciudades como Londres y Estocolmo, pretende desincentivar de manera agresiva el uso del coche privado con el objetivo de reducir la polución generada por el tráfico rodado.

La gracia de esto es el destino de lo recaudado. Como explica el periódico neoyorquino, el dinero de las tasas será «para reparar el problemático sistema de metro de la ciudad y aligerar las calles que se han visto estranguladas por el tráfico».

Las autoridades neoyorquinas esperan recaudar unos 1.000 millones de dólares al año. Alex Matthiessen, el impulsor de la iniciativa, dice que es conveniente implementar medidas adicionales para asegurarse de que más personas se benefician del palo al coche. The New York Times dice que estas pasarían por «ofrecer descuentos en los ferrocarriles de cercanías para los residentes de la ciudad y subsidiar servicios de aplicaciones de viaje como Uber para personas con discapacidades».

Puedes leer más acerca de este tema en la web del NYT.

Has ordenado mal la nevera toda la vida de Dios

Y como lo has hecho, has terminado tirando más comida de la que te gustaría confesar.

El País ofrece unas cifras que inspiran bastante bochorno. «Cada año se desperdician en el mundo 1.300 millones de toneladas de alimentos, un tercio de lo que se produce, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). En la Unión Europea se pierden 89 millones de toneladas de comida al año, 179 kilos por persona. España, que ocupa el sexto puesto entre los países de la UE, aporta 7,7 millones a la cifra total. El 42% del desperdicio se produce en los hogares, según el informe Más alimento, menos desperdicio del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA)».

Hay varias causas, que provocan esa situación, pero una de ellas es la deficiente conservación de los alimentos causada por la mala colocación de esos alimentos en la nevera.

El artículo ofrece un gráfico interactivo que te explica dónde colocar cada tipo de alimento.  Y no, la leche no se coloca en la puerta.

Estás enfadado, te lo he notado en Twitter

Porque, las cosas como son, Twitter está para echar bilis y para instalarse en una posición rígida sin dar lugar a debate o al cambio de opinión. Las ventajas de la reducción de caracteres: cuando no hay espacio para argumentar, hay que sacar de tu interior una frase genial que desbanque al rival dialéctico, que le deje mudo y que, a ser posible, le humille. La cultura del zasca. La cultura DEL ZASCA DE MIERDA, enemigo de cualquier tipo de reflexión.

Hay quien está hasta las narices y quiere visibilizar ese descontento. «Hemos creado una forma de hacer este malestar visible. Hemos creado un diseño que puede colocarse a modo de chapa, pegatina o donde consideres oportuno».

I am Persona no tiene más objetivo que hacer patente el hartazgo a la rabia expelida en todos los ámbitos de la sociedad. Quieren expresar el «malestar de muchas personas con el carácter destructivo de quienes ocupan actualmente las primeras líneas de la política. A día de hoy, los discursos son radicales y se centran en una máxima falaz: o conmigo o contra mí», dicen en su web.

Si quieres leer más acerca de esto, este es el enlace.

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Este contenido es una columna llamada El Piensódromo. La enviamos los viernes por email e incluye algún tipo de reflexión acerca de ecosistema que nos rodea y algunas recomendaciones culturales y lecturas adicionales. Si quieres recibirlo directamente en tu correo electrónico, puedes darte del alta en el formulario que hay aquí debajo.


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Por David García

David García es periodista y dedica su tiempo a escribir cosas, contar cosas y pensar en cosas para todos los proyectos de Brands and Roses (empresa de contenidos que edita Yorokobu y mil proyectos más).

Es redactor jefe en la revista de interiorismo C-Top que Brands and Roses hace para Cosentino, escribe en Yorokobu, Ling, trabajó en un videoclub en los 90, que es una cosa que curte mucho, y suele echar de menos el mar en las tardes de invierno.

También contó cosas en Antes de que Sea Tarde (Cadena SER); enseñó a las familias la única fe verdadera que existe (la del rock) en su cosa llamada Top of the Class y otro tipo de cosas que, podríamos decir, le convierten en cosista.

Una respuesta a «El dinero de tu contaminación mejora el metro»

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