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Quien tiene una buena agenda de proveedores tiene un tesoro

Dicen que tener una buena agenda de contactos es el principal valor de una empresa. Un tesoro, un diamante que hay que salvaguardar de la codicia del rival. No es de extrañar que muchas de ellas las guarden como oro en paño y no tengan ninguna intención de compartirlas.
Con la intención de cambiar este hermetismo nació Cuaderno Brillante, un catálogo online de fábricas, proveedores y talleres de ámbito exclusivamente nacional. Los padres de la idea son tres diseñadores ubicados en Barcelona: Daniel Levy, de Israel, artesano que trabaja con cuero y madera además de ser el programador y diseñador web del equipo. Emma Pardos, diseñadora e interiorista que lleva años trabajando en procesos de producción y tiene su propia marca de bolsos. Y Alicia Roselló, creadora de Duduá, un espacio en Barcelona que desde hace 8 años recupera las técnicas tradicionales, y organizadora del Festivalet, una de las ferias de diseñadores independientes más reconocidas del país.

Para ellos, «el diseñador debería pasar el tiempo trabajando en su producto y no perder meses buscando dónde fabricarlo. Es una información básica que todo el mundo debería compartir». De esta manera y de esta necesidad nació su idea.
«Cada uno con su experiencia fue viendo que algo se había de hacer», justifican los creadores. «Los tres apoyamos la producción local y fuimos viendo que encontrar materiales e industriales de calidad para pequeñas y medianas producciones era muy complicado. Por un lado porque hay mucho secretismo y la gente no quiere pasar sus contactos; por otro, porque muchos están cerrando y, aunque parezca mentira, hay proveedores que aún no tienen presencia en internet; y ya sabéis que a estas alturas de la vida si no estás en la Red, no existes», continúan explicando.
«Es por eso que nació Cuaderno Brillante, para compartir nuestros contactos con el resto de la gente y poder crear una red de producción aquí, sin tener que ir al extranjero, y apoyar a la industria local».


Las empresas que figuran en esta guía son únicamente fabricantes, proveedores o talleres a nivel nacional que puedan asumir pequeñas y medianas producciones para terceros, para profesionales, y sobre todo con calidad. «Buscamos profesionales de diferentes sectores de producción y fabricación. Si es un proveedor de materiales, también es necesario que venda al por mayor. No buscamos empresas de diseño ni artesanos que crean su propio producto», especifican los diseñadores. Anunciarse en este catálogo online es gratuito. La única financiación de la disponen sus creadores es su propio tiempo, que no es poco. Pero todo sea porque esos negocios sigan vivos y la cadena de producción no se detenga.
Cuaderno Brillante no es un catálogo de empresas sin más. Las imágenes son un plus que añade vistosidad a la web. «Sí es cierto que es importante que en el perfil de cada empresa haya fotos del taller, del proceso de fabricación y del producto. Una imagen vale más que mil palabras y es buena promoción para la empresa tener una imagen bien presentada», nos cuentan. Pero una buena foto no define la calidad del que se anuncia. «No buscamos productos, buscamos profesionales de su sector, empresas que tengan muy claro y muy definido su perfil. Gente con la que nosotros trabajaríamos».
Ese sería un primer filtro de calidad. Pero además de su propia experiencia e intuición, cuentan con un sistema de valoración donde los usuarios de la web pueden dejar sus críticas constructivas y sugerencias en el perfil de cada fabricante.

Por ahora, el feedback que reciben está siendo muy bueno. «Hay mucha gente con ganas por producir y utilizar los materiales y el talento de aquí. Mucha gente nos comenta que era necesario un proyecto así, que estaban cansados de pasar meses buscando los fabricantes y que al fin alguien se ha puesto manos a la obra para crear este directorio. Las empresas están encantadas y los usuarios también. Ahora lo que necesitamos es ampliar la base de fabricantes y proveedores». Que el tesoro siga creciendo, pues.




















 
 

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

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