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Ni primera, ni turista, ni business son los asientos más rentables para las aerolíneas

El modelo de negocio de las aerolíneas tradicionales se puede resumir en dos palabras: llenar asientos. Hablando en crudo, cuantos más culos apoyados sobre sus butacas (previo pago, claro) despegan en cada vuelo, más ingresos generan.

En los viajes de largo alcance, conseguir el máximo número de ingresos se convierte en una compleja labor de equilibrismo entre las distintas modalidades. Primera clase tiene los billetes más caros, pero también exige mayores gastos e inversión en el cliente. Business se sitúa ligeramente por debajo, pero también conlleva inversiones importantes. Finalmente, la clase turista es el último eslabón de la cadena con la que se intenta concentrar el mayor número de asientos posibles en espacios reducidos.

Hasta ahora, los asientos de las clases business y primera son los que más beneficios generan pero les ha salido un competidor formidable. La nueva estrella de la industria de la aviación se llama premium economy, una modalidad mejorada de clase turista con más espacio para las piernas, asientos ligeramente más grandes y algunos extras como mejor comida.

Esta configuración de asientos existe, en realidad, desde 1992, cuando Virgin Atlantic la introdujo en sus vuelos, pero en los últimos años ha ido adquiriendo cada vez más relevancia a medida que aumentaba su popularidad (y rentabilidad).

«Estos billetes cuestan más que los de clase turista, pero resultan mucho más baratos que viajar en la parte delantera del avión. Para las compañías aéreas, el paquete completo cuesta mucho menos que la clase business. Eso significa que solo necesitan gastarse un poco más para generar ingresos más altos que en turista, sin tener que renunciar a llenarlo de asientos. Algunos ejecutivos de aerolíneas dicen que podría ser el asiento más rentable de toda la cabina», explica un artículo de Wall Street Journal publicado el pasado martes.

Como muestra este gráfico realizado por el periódico financiero, el precio es entre 2 y 4 veces superior al billete en clase turista para un espacio que ocupa apenas un 50% más. En comparación, un asiento de clase business necesita el triple de espacio. 

Premium economy ha tenido especial éxito entre el mundo empresarial que está recortando en los billetes de business que ofrece a sus empleados. Mientras tanto, en clase turista, la guerra por ganar espacio se libra instalando asientos más ligeros y achicando el espacio para cada pasajero.

Conscientes de que podría canibalizar su oferta en business, aerolíneas como Lufthansa han introducido asientos completamente reclinables para crear una clara diferenciación con premium economy. El objetivo es arrancar viajeros de clase turista en lugar de business.

Previsiblemente esta modalidad tendrá cada vez más peso en los futuros vuelos de larga distancia. Esperemos que esto no pase por hacer más inhóspitos unos viajes en turista ya de por sí bastante incómodos (aunque con algunas excepciones).

Más información: Why This Plane Seat Is the Most Profitable

Foto: 衛兵隊衛士

 

Por Marcus Hurst

Marcus Hurst es Cofundador de Yorokobu y Redactor Jefe de Ling Magazine. Puedes seguirle en @marcushurst

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