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Creatividad

El ‘pinball’, la metáfora del movimiento según David Debete

Lo primero que se le vino a la cabeza a David Debete, el autor de esta portada, cuando le comunicaron el tema sobre el que debía trabajar fue lo obvio: el viaje y el movimiento.

Pero como buen noventero, a esas dos primeras ideas les siguió una tercera: los pinball con los que jugaba en los recreativos. «Me gustaba mucho el concepto de movimiento que tiene la bolita dentro del propio juego, casi como si esa bolita moviéndose de un lugar a otro fuese el símil del propio ser humano».

Después llegó el trabajo de documentación y una conclusión: casi todas aquellas máquinas recreativas estaban ilustradas con composiciones locas y recargadas de multitud de detalles que la bola recorre y que la vista del jugador descubre a su paso.

En este pinball que ha creado Debete, el descubrimiento y el viaje, el sentido nómada del ser humano e incluso el viaje extraterrestre están presentes. Cohetes espaciales, un F-18, un timón de barco, una mano que sostiene un pasaporte sellado en distintos países… De la Tierra al espacio con el planeta azul representado como un runner siempre en movimiento. Y un nombre para este juego, Never Stop, por si a alguien se le había escapado a estas alturas que esto va de movimiento.

«He querido integrar la palabra Yorokobu dentro de la composición mimetizada y que forme parte real de la misma, buscando que el espectador/lector se pierda y que viaje dentro de la propia portada, descubriendo todos los detalles».

La gama cromática que ha usado busca, según explica, «generar una imagen compacta, pese a estar recargada de diferentes elementos que funcionan solos». Esa paleta es la que da forma a todo el conjunto.

«El tratamiento de la imagen genera dos puntos: lo que en una máquina real sería el tablero de juego, que suele estar impreso o reproducido; y luego los elementos reales que configuran el juego, todos esos que interactúan con la bolita y generan rebotes y desplazamientos de la misma, dándole todo el movimiento al juego», remata la explicación Debete.

«La parte impresa del tablero se ha tratado con un grano de ruido, y la parte real, con grano y con luces y sombras que dan volumen y hacen diferenciar estos elementos».

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

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