Desencuentro entre prensa, televisión y Redes Sociales en España. De esto hablaron el periodista Ramón Trecet, África Baeta (presentadora de Teleberri, en EiTB), Marta Fernández (presentadora de Las mañanas, de Cuatro) y María Maicas (subdirectora de participación de RTVE.es), en el encuentro Iberoamericano iRedes, que se celebra estos días en Burgos.
La primera pincelada trató los errores de novato que cada uno de ellos había cometido cuando empezaban en twitter. Entre los que destacó decir algo polémico que inflame la Red. María Maicas, gestora de la estrategia de Social Media de RTVE, apuntó cómo tratar críticas e insultos en las redes con el clásico Don’t feed the troll y «si recibes críticas, deberías contestar para contrastar información, siempre que no sean insultos».
Trecet retrató mejor que ninguno el sentido de un perfil de Twitter con tres reflexiones:
1. ¿Quién quieres representar en Twitter?
2. Si bebes, no tuitees
3. Vale tanto lo que dices como lo que no dices. Cuando no dices algunas cosas quedas tan retratado como cuando las dices.
Ramón Trecet continuó en la línea de que Twitter está cambiando el concepto de periodismo. Dijo que «las líneas de orientación para periodistas no están claras. Se necesitan personas de diferentes disciplinas para establecer la nueva comunicación». Destacó tres tipos de personas dentro del periodismo en la Red:
– Los Aurigas: son similares a aquellos que llevaban carruajes de caballos y se quejaban de que los coches nuevos olían mal. Declara en público que están por el cambio pero se aferran con uñas y dientes al mundo analógico. Están en posiciones de poder o de preponderancia.
– El siguiente grupo lo componen aquellos que tienen la mala costumbre de decir las verdades en círculos íntimos a gobernantes que están acostumbrados a tratar con palmeros que les dicen a todo que sí. Estos suelen acabar relegados de las posiciones de influencia.
– El ultimo grupo está formado por personas que se autoproclaman con experiencia en RRSS y realmente solo tiene 2 ó 3 años de experiencia. Eso no es bagaje suficiente.
Lo que queda claro es la obsolescencia de la posición de prepotencia de los redactores. Un redactor jefe escribe dos o tres artículos al mes, cuando cada persona en la red está constantemente generando información. El mismo nombre de «Periódico» y «diario» ha quedado fuera de lugar en un momento histórico donde lo que impera es la publicación inmediata en móviles y redes. Atrás queda la bravuconada de que los artículos solo los escriben los periodistas.
El ejemplo de cómo gestionar mal una crisis en redes sociales desde la TV lo dio el caso de La noria: Alguien «cae mal» a la audiencia desde el punto de vista ético y a esa primera reacción de la audiencia el presentador contesta mal y después se inflama la red (llega el hype).
La TV, dijo María Maicas, está ganando espectadores gracias a las RSS. Con el Social TV, la gente comenta el programa por Twitter y el sentido de humor ayuda a gestionar las criticas a los programas. La tecnología ha dejado obsoleta la medición de audiencias tradicional. Los audiómetros de TV sirven como indicador para vender publicidad, pero no es un gráfico en tiempo real de la audiencia. El indicador de que algo va bien o mal te la darán los anunciantes.
Maicas, para terminar, planteó una cuestión: ¿Sirve de algo el Community? A lo que respondió que sobre todo da trabajo a los que enseñan cómo ser community. Todas las empresas necesitan mejorar su comunicación. Y por supuesto, las TV necesitan integrar la comunicación en redes para sus programas.
Imagen de Robert Couse-Baker reproducida mediante licencia CC.