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Deforestación o papel hecho con botellas de plástico

En un país de 120 millones de personas cualquier tipo de estadística se multiplica. Todos los números se vuelven grandilocuentes. La empresa Cronology hizo pesquisas acerca de las cifras en las que rondaba la fabricación de papel en su país.
* (Visto en Science Alert)
El dato era que los mexicanos gastan 10.300 millones de dólares en fabricar 700.000 toneladas de papel al año. Otra cifra que también se subía por las nubes era la cantidad de PET (tereftalato de polietileno, el material utilizado para hacer botellas y recipientes desechables) que en ese mismo año acababan siendo pasto de vertederos. Su propuesta: convertir todas esas botellas en papel. Dejar de talar árboles y aliviar los basureros de un solo hachazo ecológico.
Ever Adrian Nava, el cofundador de esta compañía creada el año pasado, asegura que esta técnica es un 15 % más barata que los métodos tradicionales de fabricación de papel. A las hojas creadas con botellas de PET las han bautizado como petapel. «No se utiliza agua ni productos químicos como el cloro. Y al no cortar los árboles ni usar agua reducimos costos y ayudamos al planeta», indica Nava.

Además afirma que la calidad también mejora respecto a las láminas tradicionales. «El papel de mineral es más fuerte que el común y no se puede romper con las manos», dice el ideólogo. «Además es resistente al agua, fotodegradable y solo absorbe la cantidad necesaria de tinta al imprimir».
La máquina que crearon Nava y su compañero Érick Zamudio es en realidad muy parecida a una de fabricar tortillas (mexicanas), según ellos mismos señalan. Tras triturar las botellas y mezclarlas con carbonato de calcio y piedra, la pasta resultante se aplasta formando láminas del grosor de una hoja. El resultado es un papel a prueba de agua y capaz de biodegradarse en seis meses. «También sirve para imprimir libros, cajas o cualquier otra cosa. La única desventaja que tiene frente al papel tradicional es que no se puede pintar con gel de tinta».
Aunque esta técnica ya se está utilizando en algunos países como España o Taiwan, el acierto de Cronology es haber conseguido reducir el coste del proceso hasta cuatro veces. Respecto a los logros ecológicos, el ahorro se contabiliza en 20 árboles salvados por cada tonelada de papel, dejar de consumir por esa misma cantidad hasta 56.000 litros de agua, y quitarle de encima 235 kilos de botellas de PET al vertedero.
«La finalidad es reducir la tala y el desperdicio de agua y, como empresa, poder inspirar una conciencia ecológica por medio de nuestros productos«, cuenta Nava. «El petapel cuenta con los estándares de calidad necesarios. Si podemos hacer esto con nuestras de botellas usadas, ¿por qué seguir destruyendo bosques?»
* (Visto en Science Alert)

Por Jaled Abdelrahim

Jaled Abdelrahim es periodista de ruta. Acaba de recorrer Latinoamérica en un VW del 2003. Se mueve solo para buscar buenas historias. De vez en cuando, hasta las encuentra.

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