Tiempo, paciencia y mimo son las herramientas básicas de los diseñadores de Nui Studio Design (antes We love Eames). Por eso, a veces tienen que recurrir a su amigo Peter Kuchinke, al que consideran un maestro soplando un material tan delicado como el vidrio. Kuchinke vive Mygdal, una aldea al norte de Dinamarca. «En aquel lugar, la oscuridad gana a la luz durante meses», explican Arne Sebrantke y Emilia Lutch desde Nui Studio Design.
Para que el artista pudiera llevar una vida más luminosa, ellos crearon las lámparas que llaman Mygdal en su honor y también porque, en danés, significa «tierra fértil». Su objetivo era hacer feliz a su amigo «dándole un poco de verdor a su estudio en el frío invierno».
Como su amigo no es la única persona que necesita luz, han creado con él una serie de lámparas en las que crecen plantas para decorar y alegrar habitaciones sin ventanas. Sebrantke y Lutch, atentos a quienes les rodean y sus necesidades, siempre crean diseños funcionales. «Nuestra estrategia es sobre todo un análisis de la situación actual. Nos preguntamos por qué cambiaron las cosas que ya no son como antes», explica Sebrantke. «Los hábitos y rituales son importantes en este análisis que permite encajar las ideas en este mundo. Mygdal es el resultado de analizar nuestras necesidades y las fuentes de luz a nuestro alrededor», relata el diseñador.
Las plantas que crecen dentro de las lámparas Mygdal no necesitan ventilación ni riego. «Básicamente, funcionan como nuestra atmósfera. Si el Led está encendido, la planta es capaz de producir oxígeno para la fotosíntesis. Cuando se apaga, las plantas siguen viviendo usando ese oxígeno», explica. La Mygdal, además está sellada herméticamente, con lo que que el agua se queda dentro de la lámpara y «el ciclo del crecimiento continúa con normalidad sin necesidad de regar la planta».
Las lámparas Mygdal aúnan lo estético y lo práctico. Para este diseño, Arne Sebrantke y Emilia Lutch partieron de la idea de que «la luz es algo intangible». Por eso, se plantearon usar algún elemento que la aprovechase. «¿Y por qué no un pedazo de la naturaleza», se preguntaron.
Además, se trata de un diseño innovador permite que aquellas lámparas de mesa no necesiten un cable entre la fuente de energía y el Led.
Arne y Emily se han desplazado recientemente a Mygdal para encontrarse con su amigo Peter y convertir en realidad estas lámparas. La edición limitada, que esperan ver en hoteles y restaurantes, contará con dos tamaños y el aluminio, aunque cierra herméticamente la planta, se puede quitar para introducir una planta diferente.
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3 respuestas a «Dentro de estas lámparas crecen flores en cuartos sin ventanas»
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¿Cuánta energía eléctrica consume la lámpara para lograr el crecimiento de la planta?
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