Categorías
Creatividad

No seas ‘workaholic’ y aprende a desconectar en vacaciones

«Nunca el tiempo es perdido», canta Manolo García, y tiene más razón que un santo. Sobre todo ahora, en vacaciones, cuando el lujo está en no tener ninguna obligación. Lo que los italianos llaman el dolce far niente. Porque ese tiempo que algunos consideran perdido no lo es, en realidad. Así que no te sientas culpable por dedicar tus días de descanso a no hacer absolutamente nada.

Lo cierto es que la vida cotidiana nos empuja a estar siempre activos, a rentabilizar nuestro tiempo, a no parar. Producir, producir y producir. Pero el verano nos deja otra lección: el tiempo invertido en descansar no se pierde, se gana.

Es el momento de desconectar y aprovechar para hacer aquellas actividades que nos hagan sentir bien, que nos relajen y que nos saquen de la rueda de la productividad por unos días. Sin embargo, hay algunas personas a las que les cuesta mucho desconectar en vacaciones. Son los llamados workaholics, los adictos al trabajo. Y esto puede suponer un problema no solo para ellos y para su salud física y mental, sino también para quienes viven en su entorno.

Afortunadamente, existen algunos consejos para conseguir olvidarnos de la rutina y dejar el trabajo atrás durante unos días. Cosas como desactivar las notificaciones de nuestros teléfonos móviles, permitirnos no hacer nada, pasar más tiempo con la familia y con los amigos…

Silvia Panadero nos habla de todo ello en este artículo de Igluu.

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

Salir de la versión móvil