«Con sus ojos muy grandemente llorando/tornaba la cabeza y estábalos mirando…». Así comienza el ‘Primer Cantar del Destierro’ de El Cantar de Mío Cid. El burgalés más famoso de todos los tiempos iniciaba así un viaje sin retorno de su Castilla natal hacia Valencia.
Siglos después, otro paisano de Rodrigo Díaz de Vivar recorre ahora el mismo camino, pero en sentido inverso: de Valencia a Burgos. «Del extranjero a casa», cuenta Nacho Gutiérrez, impulsor y creador de Desterrados. «Es precisamente lo que pretendo conseguir con la plataforma, que los jóvenes vuelvan a casa. Además, es un camino inédito, ya que el Cid Campeador nunca pudo regresar y vivió y murió en Valencia, en el destierro».
¿Pero qué es y cómo nace Desterrados? Gutiérrez, de 28 años y que trabaja como planner en una agencia de publicidad, viajó el año pasado a Londres para visitar a unos amigos que habían tenido que ir hasta allí en busca de un trabajo «de lo suyo» que no encontraban aquí. Como muchísimos otros. «Allí pude comprobar lo injusto que resulta que alguien se vea ‘obligado’ a abandonar su tierra para poder acceder a una oportunidad laboral», nos cuenta por e-mail. «Hasta el momento, los medios habían hablado de exilio, expatriación, emigración, pero nunca de destierro, término que a mí me parecía más adecuado».
«Además, me di cuenta que, de alguna manera, esta situación nos afecta a todos, ya que la mayoría tenemos un familiar, amigo o conocido que ha pasado o está pasando por esa misma situación».
Pensó que había que buscar vías que ayudaran a esos emigrantes a regresar a España. Y surgió la idea de crear la plataforma. «Siempre he creído que para transmitir una idea has de rodearla de una gran historia y qué mejor excusa que desandar los pasos de una figura 50% historia, 50% leyenda».
La iniciativa, sin ánimo de lucro, promovida por él mismo y a título personal, aspira a ser el «Infojobs de los desterrados». «El objetivo final que a mí me gustaría conseguir es que las empresas destinasen un 2 o 5% de sus vacantes de empleo solo para españoles en el destierro. Paralelamente estamos lanzando un mensaje a la sociedad española: ‘No podemos seguir desterrando talento’. Las cifras van en aumento año a año y, de seguir así, llegaremos a una situación que nos lastrará como país e hipotecará nuestro futuro». Podría parecer un mensaje político, pero no. Nacho insiste en dejar claro que la plataforma es absolutamente apolítica, que solo pretende transmitir un mensaje y buscar soluciones.
Para dar a conocer su proyecto, dividió la ruta de 1.200 km en 12 etapas. Y qué mejor manera de llevarlo a cabo que practicando además su deporte favorito: «Decidí hacerlo en modo triatlón, porque practico como ‘aficionado’ este deporte y hasta el momento nadie lo había hecho en sentido contrario y tampoco en esta modalidad».
Cada etapa es contada en directo por el propio Nacho, siempre que la cobertura lo permite, vía Twitter y Facebook, donde plasma lo que ve, lo que siente y lo que le transmiten quienes se cruzan en su camino, así como fotos del viaje. «Además de eso, procuro mezclar lo que es el reto deportivo con información y datos actuales sobre desterrados».
Junto a las redes sociales, otros medios de comunicación se han hecho eco de su aventura y le han ayudado a difundirla. La respuesta que recibe de los pueblos que atraviesa en su periplo es muy positiva. «Además de su hospitalidad, me ha sorprendido la respuesta de muchas localidades por las que he ido pasando (algunas no pasan de los 10 habitantes). Aunque pueda parecer que viven en una realidad ajena, cuando me preguntan sobre el proyecto y por qué hago esto, entienden perfectamente la problemática y están muy al día de lo que está pasando».
Pero dejemos a un lado la aventura y regresemos al proyecto. ¿En qué se diferencia Desterrados de otras plataformas de búsqueda de empleo? Nacho Gutiérrez lo tiene claro: «La principal diferencia es que no es ni va a ser un negocio. Esto es una iniciativa altruista que quiere poner en conocimiento una problemática actual y poner soluciones para remediarla».
«El funcionamiento es muy sencillo, ya que hacemos de intermediarios entre desterrados y empresas. Una empresa se interesa por la iniciativa, decide enviar un empleo (descripción del puesto y link a la oferta) y nosotros lo colgamos en la web», explica Gutiérrez.
Pero remarca una cosa: «Es una plataforma para desterrados, la gente que quiere buscar trabajo desde España ya tiene numerosas plataformas de empleo e instituciones para buscarlo desde aquí. No pasa lo mismo con los que se han tenido que ir, que hasta ahora no tienen ningún espacio exclusivo para ellos». De momento, nacionales y exiliados pueden acceder a las ofertas de empleo, si bien este será uno de los puntos a mejorar en cuanto consiga dinero suficiente para implementar la web. Para el burgalés, esta de ahora sería la fase beta del proyecto.
¿De dónde sale la financiación? «De mi presupuesto para vacaciones de verano jejeje», se ríe. «Tanto la web, como ‘la aventura’ corren de mi cuenta. De alguna manera se podría decir que mi presupuesto para ‘vacaciones’ de este año lo he destinado a Desterrados y a esa ruta en el destierro». Sin embargo, no descarta recurrir al crowfunding, «pero también a todas las ayudas institucionales que dan a proyectos sociales. Ambas vías son las que empezaré a mover una vez terminado el camino para hacer una plataforma solida y con proyección a medio plazo. Digo medio plazo, ya que el objetivo es que esta plataforma no sea necesaria en unos años, síntoma del que el problema del destierro ya no exista (esperemos)», cuenta esperanzado el planner.
Sobre el futuro de su proyecto, «como dice Santiago Segura cada vez que estrena un nuevo Torrente, habrá más ‘desterrados’ si la gente lo pide. Hasta el momento puedo asegurar que Desterrados no terminará el día 13 con el fin del camino del destierro, porque así me lo ha hecho ver la respuesta de las personas. Quiero convertirlo en asociación, mejorar el sitio web y sobre todo cerrar acuerdos con empresas para que cedan un pequeño tanto por ciento de sus vacantes de empleos para desterrados».
De momento, solo 5 anunciantes han querido acompañarle en esta aventura, a pesar de que lleva meses hablando (o intentándolo) con muchas empresas. «No las culpo ni mucho menos, pero esa respuesta es el reflejo de la situación actual del empleo en España; hay muy poco empleo y nadie se quiere mojar en esta temática. Es más fácil mirar hacia otro lado».
El viaje continúa. Apenas quedan ya dos etapas. A estas alturas del camino, Nacho describe su aventura como dura (las fuerzas van ya justas) y gratificante a la vez, porque sus expectativas se han visto superadas con creces. «Hemos recibido mucha notoriedad mediática y apoyo de la gente sin apenas hacer grandes esfuerzos. No esperaba una respuesta así y no puedo estar más contento. Creo que con lo conseguido hasta ahora, ha merecido la pena hacer este esfuerzo».
Después, al terminar, llegará la hora de hacer balance y ver los resultados. De momento, el primer objetivo, darse a conocer y que le conozcan, se va cumpliendo. Está pudiendo comprobar de primera mano que todos somos conscientes de que el problema existe y de que es preocupante (y mucho).
«El segundo objetivo, ‘traer de vuelta a los que se marcharon’, lo veo más difícil, pero no imposible. Es pronto para saber el alcance que puede tener una plataforma como Desterrados. Creo que las instituciones públicas y empresas tienen más poder y medios para conseguirlo. De hecho, sin ir más lejos, hace dos días salió una noticia que decía que el gobierno andaluz va a crear un ‘Plan de retorno de talentos andaluces’. Son pequeños pasos que nos hacen ver que una plataforma como Desterrados es útil y necesaria».
Pero Nacho Gutiérrez tiene clara una cosa: «Si recorrer estos 1.200 kilómetros de destierro sirve para que una empresa colabore o una persona vuelva con un empleo, para mí lo compensa absolutamente todo».
Vuelven los versos del Cantar de Mío Cid: «De las sus bocas todos decían una razón./¡Dios, qué buen vasallo, si tuviese buen señor!»
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