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La diplomacia del Go: Cuba y EE UU, unidos por un juego de mesa

Dos hombres, sentados frente a frente, observan concentrados un tablero repleto de fichas blancas y negras. Sobre la madera, las primeras van ganando territorio a las segundas. El final de la batalla se acerca. Transcurren dos minutos y el capitán del ejército blanco se dispone a colocar un nuevo soldado en una de las intersecciones que cruzan el tablero. Objetivo alcanzado. El campo es suyo.
El ganador sonríe y levanta la mirada para ver a su contrincante, recién llegado de La Habana. Forma parte de la delegación de jugadores cubanos que, por primera vez, asiste al US Go Congress, el evento que celebra cada año la Asociación Estadounidense de Go (AGA por sus siglas en inglés), uno de los juegos de estrategia más complicados del mundo.
Al cubano no parece afectarle haber perdido. La oportunidad de haber disputado esta partida es más satisfactoria que vencer. Precisamente, ese fue uno de los grandes atractivos del congreso de este año, «el hecho de que un grupo de jugadores de Cuba haya viajado para jugar con jugadores de otras naciones», afirma Bob Gilman, director de AGA.
Este hito no es muy distinto de aquel que protagonizaron los jugadores chinos y norteamericanos en la llamada diplomacia del pimpón en 1971. En plena Guerra Fría, los partidos de exhibición disputados en China por ambas selecciones dieron pie al deshielo de las relaciones diplomáticas entre estadounidenses y asiáticos.
De hecho, el viaje de los deportistas estadounidenses a China era ya de por sí todo un logro. Si esta ha sido la primera vez que una delegación cubana asistía al US Go Congress, aquellos fueron los primeros ciudadanos norteamericanos que ponían un pie en la China comunista desde la llegada al poder de Mao Tse-Tung en 1949. A partir de aquellos partidos de pimpón, todo fue a mejor: ese mismo año, el Secretario de Estado Henry Kissinger viajaba a China como lo haría un año más tarde el presidente Richard Nixon.

Volviendo a la actualidad, fue Gilman el responsable de que el pasado mes de agosto aterrizara en la ciudad de Saint Paul, en Minnesota, la delegación cubana de Go. Lo consiguió tras varios intentos fallidos a causa de las tensas relaciones que existían entre ambos países.
«Llevarles fue bastante difícil», admite Gilman. «En marzo de 2014, la administración estadounidense rechazó traer a los jugadores, así que no pudimos hacer nada para el congreso de ese año». Se presentó la oportunidad cuando el presidente Obama y el presidente de Cuba, Raúl Castro, anunciaron el camino hacia la reconciliación. «Con el acercamiento entre los dos gobiernos, supimos que esta vez sí podríamos traerlos».
Gilman conoció del interés de los cubanos por el juego chino en 2012, cuando un grupo de jugadores le habló de la Academia Cubana de Go, un centro en La Habana donde enseñaban el pasatiempo. Poco tardó en ponerse en contacto con Rafael Torres Miranda, su presidente, y se les ocurrió que los jugadores estadounidenses podrían hacer una visita a la academia. La idea se hizo realidad en 2013.
«El presidente de AGA estuvo entre los viajeros y pensó que sería bonito que los jugadores cubanos pudieran venir aquí», explica el estadounidense. En el camino, se cruzaron con dos retos. «Una de las cosas a las que tuvimos que hacer frente fue el dinero, así que organicé una recaudación de fondos aquí, en Estados Unidos, para poder traer a los jugadores cubanos». El segundo obstáculo: conseguir las autorizaciones para viajar. Sorprendentemente, según Gilman, esto resultó algo menos complicado.

A la hora de jugar al Go, Gilman se percató de lo competitivos que resultan los cubanos. Durante el congreso, «los jugadores estadounidenses fueron mejores, pero los cubanos se tomaban muy en serio las partidas».
Después del evento, que se celebró entre el 1 y el 9 de agosto, Gilman recibió una carta de Torres Miranda, que le agradecía haber invitado a los jugadores cubanos al encuentro. A los isleños les sorprendió el nivel de los estadounidenses y quedaron encantados por el interés del resto de los amantes del Go.
En octubre, Gilman viajará junto con otros jugadores de AGA al XVII Campeonato Iberoaméricano de Go que acogerá La Habana. Según Torres Miranda, hoy en día Cuba cuenta con unos 2.000 aficionados. Un grupo de estrategas que acaba de cumplir un sueño: compartir su afición con otros amantes del mundo, sin bloqueos de por medio.
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La imágen de portada pertenece a Chad Miller y las demás han sido cedidas por Bob Gilman

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