A Eduardo Martínez fueron los GIF los que le fueron a buscar a casa. «Ejerciendo de padre y controlando los contenidos de Google+ de mi hija de 10 años, vi que, de vez en cuando, aparecían GIF con colores y formas psicodélicas». Así fue como este diseñador de Viladecans (Barcelona) comenzó a ser consciente de las posibilidades expresivas que tenía el formato.
El diseñador se movía por los lugares comunes de su profesión: publicidad, maquetación, imagen corporativa, packaging, diseño textil o algún concurso. Se dio cuenta de que podía «crear GIF a partir de unos conocimientos básicos. La calidad depende de la unir técnica y creatividad. Creo que es importante poner titulo a cada GIF, como el cartel que promociona una película, o el slogan en publicidad», cuenta.
Martínez cree que se trata de un formato que invita a la creatividad por su sencillez -«cualquiera de nosotros tiene acceso a un ordenador, móvil o cámara digital»- y por su expresividad. «En pocos frames se puede enviar un mensaje, contar una pequeña historia o crear una sensación visual hipnótica e interminable», declara el diseñador.
Eduardo Martínez cita un buen número de influencias procedentes del «Pop-Art (Warhol, Antonio de Felipe), el surrealismo (Dalí, Max Ernst),la fotografía ( A.Garcia Alix, Ouka Lele), el collage (Diego Lara, Eduardo Recife), el cómic y publicaciones varias (Totem, Metal Hurlant, El Víbora, Ajoblanco, Star) o la cultura Pop-Rock (Música, conciertos, portadas de discos, tendencias)».
Mezcla todo, avanza y aprende con cada paso aunque, de momento, le cuesta definir su estilo. «Estoy conociendo distintos lenguajes acerca de cómo entender el GIF e intentado aprender de ellos. Si tuviera que etiquetarlo, me siento cómodo con mis Publigifts, que juegan con la publicidad y el humor».
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