El acceso al agua a través del diseño

En el año 2025 podría haber más de 2.000 millones de personas sin acceso a agua corriente limpia. Incluso si hoy eres de los privilegiados que tienen un acceso más o menos garantizado al bien más valioso del planeta, es probable que en los últimos tiempos hayas escuchado cómo la situación podría complicarse en los próximos años. De ahí que tener en cuenta los aportes de soluciones desde el diseño a la escasez de agua pueda tener una importancia capital en el futuro.

El problema de la escasez de agua es una de las grandes asignaturas pendientes de los seres  humanos. Y en 2022, a tenor de los efectos previstos del cambio climático, no parece que estemos más cerca de darle una solución satisfactoria. La sequía que ha asolado el continente europeo durante el verano de 2022 no es más que uno de los efectos palpables (y adelantados) del calentamiento global.

En las últimas décadas ha sido desde todos los ámbitos de la sociedad que se ha tratado de proveer de soluciones a la escasez galopante de agua. Desde la búsqueda de agua en otros planetas al desarrollo de soluciones de ingeniería como las plantas desalinizadoras pasando por las campañas de concienciación ciudadana, a falta de una solución única, el problema de la escasez hídrica se ha abordado a través de multitud de soluciones.

Por eso, que ámbitos como el del diseño se vuelquen en la búsqueda de soluciones al problema mundial de escasez de agua solo puede ser buena noticia. Desde un campo especializado en el desarrollo de soluciones creativas para problemas complejos, las aportaciones a la lucha contra la desigualdad hídrica pueden demostrarse cruciales para el éxito.

Juanjo Villalba profundiza en las propuestas más rompedoras para dar respuesta a la escasez de agua.