El apretón es traicionero: no tiene hora ni lugar: toca cuando toca. Para el cómico Louie es un contratiempo: el apretón aparece cuando hace la compra con sus hijas (episodio 5 x 01) a varias manzanas de su casa y no quiere usar los servicios del súper. La breve secuencia es una lección de comedia dramática y de cómo una correcta elección de imágenes apuntala la idea.
INCERTIDUMBRE
Louie soporta las risitas de las hijas: «No puede hacerlo fuera de casa». Sin embargo, las primeras escenas no sugieren ni comedia ni drama; eso sí, planta una duda: ¿Aguantará Louie (el cómico) hasta llegar a casa? Seguimos con interés a Louie en su carrera a casa porque conocemos el problema.
El perro atado es la primera imagen que refuerza la historia. A diferencia de Louie, el perro defecaría sin reparo en un lugar público.
En las siguientes escenas, las niñas ríen y remedan los andares de un Louie que aguanta las ganas. Pasan por calles atestadas de cubos y bolsas de basura apiladas. Los escenarios y los encuadres no son impensados. No podemos evitar comparar que Louie contiene el excremento como las bolsas de plásticos contienen la basura.
Por otro lado, la secuencia apela al olfato y a la memoria: quienes tiramos la basura reconocemos el hedor de los contenedores y el instante de aguantar la respiración. Louie carga bolsas, aguanta el apretón y traga los olores de una ciudad por recoger. En este sentido hay un plano explícito:
El cartel de NO DUMPING (NO ARROJAR BASURAS) permanece en el plano mientras Louie y sus hijas caminan de la derecha a la izquierda de la pantalla. Un usuario-redactor de Urban Dictionary explica con ironía respecto a NO DUMPING que «esta basura puede o no incluir la materia fecal humana».
Cuando Louie tira las bolsas de la compra las niñas dejan de reír. El apretón ya no es divertido: el padre puede hacérselo encima: se prepara un pequeño drama. Las niñas buscan ayuda para el padre: lo empujan a una tienda, pero el dependiente no tiene váter para los clientes y no quiere ayudar. Esta pequeña escena es importantísima: retrasa a Louie en su camino a casa. No hay drama sin obstáculo.
A continuación, la hija menor reclama la atención de un agente de policía que está ajeno al drama familiar:
«Mi papá se va a cagar y nadie le ayuda», dice la niña.
«Y yo tampoco», dice el agente.
RESOLUCIÓN DRAMÁTICA
La casa está lejos y Louie para.
«No voy a llegar a tiempo», dice Louie. «Y me duele mucho».
La hija pequeña llora y se abraza al padre. La hija mayor separa a la hermana:
«Sé fuerte, sé fuerte».
«No miréis», dice Louie.
Las hijas se alejan.
«¡Os quiero!», son las últimas palabras de Louie.
Aquí sonrío: Louie (la serie) toma un diálogo cliché del cine: Louie (el personaje) como un Bruce Willis que se despide de la familia para sacrificar su vida. Pero cuando Louie se caga encima uno siente culpabilidad. Es una de tantas situaciones que en el futuro podría formar parte de un monólogo de Louie; en el presente de la historia es un momento con un punto de tristeza y vergüenza.
Lo grandioso de la secuencia es que la escatología no tiene como finalidad sacar unas risas fáciles. (Podría colocarse junto a la escena escatológica más famosa de Juego de Tronos). Louie fuerza la risa dentro del drama gracias al cliché colocado en el momento adecuado. (¿Quién no ha soportado la risa ante las amenazas de una figura de autoridad? Risas acompañadas de miedo). La intención final es establecer una corriente de simpatía con Louie.
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