Puede sonar a tópico, pero las cosas en el norte de Europa son o parecen un poco más civilizadas, todo suele tener un orden y un porqué. En el caso de la obra del sueco EKTA, el orden viene dado por una constante representación del equilibrio aunque este sea efímero. El porqué, no tiene otra explicación que un método de pintura o dibujo con el que el artista se siente cómodo.
EKTA es el alias de Daniel Gotesson: “Mi nombre artístico no son más que cuatro letras que me gusta cómo quedan juntas, mi afición por el arte viene del skate y del grafiti”, comenta.
Gotesson es de un pueblo pequeño de Suecia, pero actualmente reside en Gotemburgo. Estudió en el London College of Communication y se licenció en ilustración. Actualmente trabaja a tiempo completo como artista y dos días al mes imparte clases en un espacio artístico llamado Röda Sten. Además, de vez en cuando ilustra artículos para diferentes revistas y editoriales.
Su estilo es relajado e improvisado y sus figuras más humanizadas son un juego de manchas y colores planos. “No me gusta bocetar, prefiero ir viendo hacia dónde me lleva lo que hago”, explica el artista.
Las calles de Madrid, entre otras, han conocido sus trabajos y es ahí, en la calle, donde más le gusta trabajar. Aún quedan por la zona centro de la capital restos de alguna obra pintada junto al francés 3ttman.
Actualmente su hijo pequeño le roba buena parte del tiempo y no puede acudir al estudio más que algunas noches a la semana, pero está preparando un par de exposiciones y esperando a que el tiempo mejore para volver a pintar al aire libre. Siempre encontrando el equilibrio.