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El diseño humanitario de Bernardo Urbina

Aprender a ver el lado positivo de las cosas es una lección fundamental de la vida. Y aunque no la aplicamos a diario, deberíamos tenerla bien grabada. Desde antes de abandonar su Costa Rica natal, Bernarno Urbina tenía muy claro que no todos los escombros son solamente eso. Él veía un potencial en la madera tirada en las cunetas, pero aún no sabía para qué.
 Tras estudiar diseño industrial en el Pratt Institute de Nueva York, encontró el trabajo de sus sueños diseñando muebles en SoHo, para el también diseñador John Houshmand, una de sus grandes influencias. Tras casi un año con él, le aceptaron en el politécnico de Milán dónde acabó sus estudios de Diseño Industrial. Allí, estuvo trabajando con el arquitecto Ricardo Giovanetti diseñando exhibiciones para el Salón del Mueble de Milán y Londres. Después, se fue a trabajar como diseñador y consultor para Vito Selma en Cebú, Filipinas.
Tras la desgracia del tifón Haiyán en la zona de Malapascua vio, finalmente, lo que los escombros le ofrecían. La catastrofe convirtió mucha de la madera en desechos. Restos de otros muebles, árboles arrancados, raíces y otras maderas, le servirían a Urbina para iniciar una pequeña gran acción.
Bernardo viajó a la zona afectada de Tacloban, allí contacta con los afectados, les compra los escombros y les da una segunda vida a estos, reconvirtiéndolos en muebles de diseño. Una vez vendida la pieza, cuenta la historia de cada obra y dona el 10% a su anterior propietario.


«En estos pequeños pueblos explicamos a los afectados lo que estamos haciendo y escojo los escombros con los que podría diseñar un mueble. Cada mueble y cada propietario son una historia en sí misma y eso me ayuda a diseñar. Una vez comprada la madera hay que sacar permisos para trasladarla a Cebú. Para este papeleo contratamos a una persona de Tacloban. La madera llega por barco aproximadamente un mes después y se lleva a producción. Esto es nada más para producir los muebles, después viene toda la parte de comunicación. Ahí, mi novia Aurelija y yo estamos constantemente activos».
Bernardo ha creado su estudio de diseño en Filipinas, inspirado por la fuerza de la naturaleza pero más por la fortaleza de su gente. Allí colabora con otros lugareños que le ayudan con el papeleo, el lenguaje y la producción. Desde Tacloban Prevails, trata de ayudar, con su granito de arena y sus piezas únicas de diseño. «Si la marca crece y es reconocida, la idea es que los muebles se produzcan en Tacloban para poder darle trabajos a los taclobanos pues es lo que les hace falta allá: un medio de ingresos constante».

Por Eduardo Vea

Edu Vea, redactor creativo hiperactivo. Puedes hablar con él en Twitter bajo el nick @noselanariz y ver su trabajo en Behance

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