El lema de la Universidad de Wake Forest (Carolina del Norte) para su equipo de béisbol en el 2011 es «¿Qué estás dispuesto a sacrificar para ayudar a mejorar a tu equipo?».
La intención del entrenador jefe Tom Walter es mentalizar a sus jugadores en el sacrificio, para que corran más, lancen mejor y ayuden, en suma, a hacer un equipo campeón. Pero lo que Tom Walter eligió como sacrificio va mucho más allá que simplemente dejarte el brazo entumecido practicando bolas curvas: este entrenador se dejó su riñón.
Según informa la propia Universidad de Wake Forest, en una operación realizada a principios del febrero pasado en el Centro de Trasplantes de Emory, en Atlanta, los médicos extirparon uno de los riñones de Tom Walter, que fue donado a Kevin Jordan, un jugador novato del equipo de béisbol universitario de sólo 19 años.
Kevin sufría una enfermedad llamada vasculitis anticitoplasma, un tipo de inflamación autoinmune causada por anticuerpos que en vez de combatir la infección en el cuerpo, atacan a las propias células; un trastorno degenerativo que conduce a la insuficiencia renal.
Cuando Kevin no pudo encontrar un donante compatible en ningún miembro de su familia, su entrenador, de 42 años de edad, se acercó y ofreció su riñón, consciente de que Kevin podría languidecer en una lista nacional de transplantes de hasta cinco años.
Aunque Tom Walter es blanco, y los receptores afroamericanos suelen coincidir mejor con los donantes afroamericanos, ambos eran compatibles y tras las pertinentes pruebas no dudaron en pasar por el quirófano.
El entrenador conoció a su pupilo cuando Kevin Jordan, con 17 años y trabajando de jardinero, terminó segundo en el Bo Jackson 5-Tool Championship, un acto celebrado en el estadio Roger Dean de Florida que mide la capacidad de jugadores noveles para golpear la bola con potencia, correr, lanzar y moverse en el campo.
Ganó Wagner Mateo, de la República Dominicana, y firmó un contrato de 500.000 dólares como agente libre con los Diamondbacks de Arizona. Kevin Jordan terminó segundo en la general y ganó la parte de home-runs de la competición, con seis vueltas al campo. Tras conocer a Tom Walter, Kevin firmó su beca con la Universidad de Wake Forest a las pocas semanas más tarde.
El talento de Jordan brillaba entonces tanto que los Yanquis de Nueva York lo seleccionaron en la ronda 19 del draft de 2010 de la Major League Baseball. Pero al poco tiempo, Jordan se encontró enganchado a una máquina de diálisis tres días a la semana.
A pesar de que era un estudiante de primer año en la universidad, sin conocer a nadie en campus, y de visitar la sala de diálisis más que la biblioteca, Kevin nunca vaciló en su decisión de asistir a todos los entrenamientos con el equipo de béisbol de la Universidad de Wake Forest.
Ahora ambos, entrenador y pupilo, se están recuperando bien de las respectivas intervenciones. El entrenador dice que cree que va a estar en plena forma para dirigir a su equipo en su primer partido de la temporada el 18 de febrero.
Kevin, al que los médicos dicen que ahora pueden esperar vivir una vida normal, necesitará mucho más tiempo para su recuperación; incluso no sabe si algún día podrá volver a batear una bola como lo hacía antes.
Sin embargo, Tom Walter dice que esa es la menor de sus preocupaciones. «Todo este proceso no ha sido nunca para conseguir que Kevin volviera al campo», dijo. «Siempre ha sido para dar a Kevin la oportunidad de que volviera a tener una vida».
Fuente, declaraciones y fotos: Wake Forest University
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