Es un milagro que Martin Tupper siga aquí. Japón casi acaba con él. Este escritor madrileño de 32 años estuvo a punto de perder la cabeza por este país. Su vuelta a España a principios de 2010, tras pasar tres años y medio en Tokio, desencadenó en él una serie de comportamientos delirantes que lo llevaron a encerrarse durante nueve meses en su habitación. La tradición japonesa de llevar las cosas al extremo le había invadido por completo.
Tenía que compartir todo lo que había vivido y escogió un fanzine, un formato que llevaba utilizando durante años, para hacerlo. Lo que pasa es que la calificación de ‘Jo Tía!’, como se hace llamar esta publicación, de fanzine, se queda corta. Muuuy corta. Especialmente si tenemos en cuenta que el engendro en cuestión tiene más de 600 páginas repartidas por dos volúmenes que componen, probablemente, la guía de un país más bizarra jamás vista.
Pero no dejes que la estética Super Pop te espante. El esfuerzo sobrehumano de Tupper (el libro es completamente autoeditado) no ha sido en vano. Jo Tía! consigue romper con las ideas preconcebidas sobre este país y abre a otras completamente desconocidas. “Hay que salir del Japón del tatami y el kimono”, insiste su autor. “Esas paridas que dice Fernando Sánchez Dragó sobre la exquisitez, sofisticación y cortesía brillan por su ausencia en el Japón cotidiano. No es solo tecnología o un tren que levita. Cuando yo he ido a casas de amigos japoneses no me he encontrado un tatami. Me encontré casas desordenadas llenas de libros y discos. Todos coinciden en que la visión de Japón expuesta por Kill Bill o Lost in translation es una chorrada”.
Con el mito por los suelos, ¿qué podemos encontrar entonces en Jo Tía!? Artículos en profundidad sobre la personalidad y el alma de los distintos barrios de Tokio intercalados con reportajes en primera persona que retratan el Japón más friki, la escena musical underground de la capital, la cultura de la segunda mano, un homenaje a la oferta variopinta de revistas que puedes encontrar en sus quioscos, pornografía manga (muy bestia), una oda a las cadenas de comida superbarata Yoshinoya, o por qué la marca UNIQLO es una institución en la cultura contemporánea del país nipón. Todo con referencias que buscan ahondar en las miserias que compartimos los japoneses y los españoles.
Curiosamente, cuando conocimos a Tupper en persona, encontramos a una persona en paz consigo misma. Habla de Japón como si fuera una ex amante que le produce cierta indiferencia. Por fin está desintoxicado. La catarsis de Martin Tupper ha terminado. Ahora te toca a ti adentrarte en lo que él vivió para conocer de primera mano el Japón que no te cuentan en los libros.
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Este artículo fue publicado en el número de marzo de Yorokobu
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