Mens sana y corpore cachas, que así reza el dicho. Un cuerpo esculpido en fibras musculares definidas es sinónimo de éxito, como demuestra claramente mi caso personal. Si además se le añade una potente mente dotada para la creación musical lo habremos conseguido. Seremos unos puñeteros animales destinados a repoblar la Tierra en caso de catástrofe nuclear.
Si bien la esencia humana queda definida por ejemplos como el Ecce Hommo de la iglesia de Borja, la genial creación de la octogenaria Cecilia, conviene señalar que también conforma una poderosa genética la formada por un apabullante físico y un talento sin límites.
Old Spice lo ha vuelto a hacer. Ha conseguido que Terry Crews sea el hombre que todas las mujeres (y algunos hombres) se quieren tirar o el hombre que todos los hombres quieren ser.
En este caso, Crews se ha ayudado de la extraordinaria movilidad de sus cachas para convertirse en fibroso hombre orquesta. Unos electrodos conectan algunos de sus músculos condiversos instrumentos musicales. El resultado es capaz de, por sí solo, terminar con la depresión postvacacional. Verbigracia.
Lo bueno no acaba ahí. Una vez que este macho alfa termina con su demostración, Old Spice ofrece la posibilidad de ‘tocar’ tu propia melodía utilizando el teclado para activar los músculos de Terry Crews. ¿Hasta cuándo durará la hemorragia creativa de la marca?