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El resurgimiento (web) del periodismo latinoamericano

El periodismo latinoamericano había guardado las palabras independencia, investigación y credibilidad en el cajón de los trastos olvidados. La calidad informativa importaba menos que la contabilidad y en vez de ser un vigía del poder, alguien incómodo, se había convertido en una correa de transmisión del mensaje de esos a quien Tom Wolfe llamaba los Amos del Universo.

Pero desde hace unos años, con más talento que dinero, rebanándose los sesos en pequeñas redacciones, algunos de los mejores periodistas del continente forjaron sus propios proyectos. Desempolvaron los viejos manuales de la profesión y, aprovechando las nuevas tecnologías, los plasmaron en medios independientes. Desde las orillas de los grandes conglomerados de medios, a base de sacrificio y compromiso, han sobrevivido y proliferado hasta convertirse en una referencia para saber qué está pasando y por qué pasa lo que pasa.

EL FARO. NET

“Una vez nos quedamos sin fondos y estábamos pensando si cerrábamos. Varios periodistas vinieron a decirnos que donaban todo su sueldo el tiempo que fuera necesario pero que El Faro no podía siquiera pensar en cerrar”, cuenta orgulloso el salvadoreño Carlos Dada, director del diario digital El Faro.net. En el recorrido que inició en 1998, con apenas 26 años, Dada, acompañado por sus faritos, ha tenido que escuchar muchas veces los tonos interminables de llamadas sin contestar y las puertas cerradas de quienes desoían sus peticiones. “Cada vez que nos dan un premio (y son unos cuantos desde el María Moors Cabot hasta el Ortega y Gasset) recordamos que durante los primeros siete años nadie cobró un solo centavo. Que este trabajo debía gustarnos demasiado como para seguir haciéndolo”, asegura Dada. Adentrándose en el mundo de las pandillas, aireando la corrupción política o denunciando las debilidades sociales por las que se cuela el narcotráfico, han forjado un nombre sinónimo de calidad y rigor.

CONFIDENCIAL

Carlos Fernando Chamorro es otro de los pioneros de este periodismo sin alineamiento. Si alguien encarna la transición entre el periodismo político y la independencia, ese es este prestigioso y veterano periodista nicaragüense. “Había dirigido durante cartoce años un diario partidario, Barricada, y necesitaba hacer un viraje total para resituarme en base e mi credibilidad profesional”, reflexiona Chamorro. Así, en 1996 nace Confidencial, primero como un semanal y desde hace tres años transformándose en un medio multimedia. Lo que no ha cambiado es el espíritu. “Es totalmente independiente de los partidos políticos, el gobierno y los grupos empreseriales, y se empeña  en revelar las interioridades del poder y los procesos de toma de decisiones”.

En un país como Nicaragua, en el que Daniel Ortega se ha mostrado poco amigo de la libertad de expresión, Chamorro y los suyos han encontrado innumerables dificultades. “Hemos enfrentado momentos de tensión y acoso político oficial, y represalias publicitarias del sector privado. Pero todo eso se compensa con la satisfacción que deja un buen destape periodístico”

IDL-REPORTEROS

A rebufo de los pioneros, Internet ha abierto la puerta a la proliferación de una nueva generación de medios alternativos. El peruano Gustavo Gorriti arrancó IDL-Reporteros en 2010 como una declaración de intenciones después de una combativa carrera periodística: “La razón de su existencia es luchar contra el gran debilitamiento del periodismo de investigación en la prensa tradicional”. A través de la “experiencia, la capacidad investigativa y el compromiso de los periodistas con su misión”, según su director, “IDL se ha convertido en la principal referencia de periodismo investigativo de Perú”. En este esfuerzo también ha habido tiempo de equivocarse y reconocerlo. “Cometimos un error en una ocasión y asumimos con pública amargura nuestra responsabilidad. Lo hicimos casi hasta el punto de la exageración para que qudara como una memoria traumática”, explica Gorriti.

PLAZA PÚBLICA

El guatemalteco Plaza Pública es el benjamín de esta nueva ola. “En estos 18 meses nunca me han dado ganas de dejarlo todo. Me ha dado gastritis, voy al psicólogo, subí de peso, he tenido menos tiempo para mi pareja… el primer año trabajé unas 70 horas semanales, pero lo disfruto mucho y era necesario”, relata Martín Rodríguez, su director.

Bajo el precepto de actualizarse e innovar cada mes para no quedarse obsoletos, el medio ha disparado su difusión en año y medio. “Cuando me paran para felicitarme por la calle es un orgullo”, asegura Rodríguez. Plaza Pública ya se ha distinguido en el periodismo de Guatemala, al poco de su nacimiento consiguieron en exclusiva los documentos de Wikileaks por delante de tres medios tradiciones,  pero su director es más ambicioso. Asegura que su meta a largo plazo es hacer desde su país un periodismo importante a nivel mundial. Demostrar que desde Centromércia, una región tradicionalmente olvidada, también se puede.

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Una de las primeras frases que un alumno de periodismo escucha en la Facultad de Periodismo es “que las cosas están complicadas, muy negras incluso”. Ese discurso se ha repetido durante generaciones, pero en Latinoamérica este grupo de medios y muchos más como Cíper, en Chile, Anfibia, en Argentina, Silla Vacía, en Colombia, etc. han demostrado que el periodismo de calidad es viable. Los Dada, Chamorro y compañía distan mucho de ser idealistas, o sí, pero cada día se rompen la cabeza por llevar a sus medios adelante. Gracias a rascar financiación de organizaciones como la Open Society, a través de la presentación de buenos proyectos, y contar con la fidelidad de sus lectores como principal motor han abierto una nueva vía. “No pretendemos hacernos ricos. Sabemos que el periodismo es caro y hemos sacrificado las ganancias por hacer periodismo de investigación”, reflexiona Dada.

El objetivo es cambiar un modelo agotado y acomodaticio. “Hay muchas cosas que fallan en los medios tradicionales. Pero la principal es la entropía que los aflige, especialmente al periodismo de investigación, que es un arma fundamental en la lucha contra la corrupción y el funcionamiento saludable de las democracias”, cierra Gorriti.

Para introducirse en…

El Faro.net: Así matamos a Monseñor Romero; El Cártel de Texis

Confidencial: La terraza de Byron Jerez; Las cuentas secretas de Albanisa

Plaza Pública: Serie Dos Erres: El largo camino a la justicia

IDL-Reporteros: Serie Los clanes de la cocaína

Por José Luis Pardo

José Luis Pardo es periodista de ruta. Desde hace un año recorre Latinoamérica en un VW del 2003, en busca de buenas historias. Puedes leer más sobre su viaje en www.dromomanos.com y seguirlo en @dromomanos.

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