Nuevo mes, nueva revista. Uno de los números más especiales del año, sin duda, es el que lanzamos este 1 de febrero. Os pedimos que vistierais a Yorokobu. Recibimos más de 600 pieles diferentes y uno, solo uno, ha sido el ganador.
Normalmente, la portada es la guinda al repaso que hacemos de los temas en cada número de papel de Yorokobu. Esta vez, sin embargo, no nos queda otro remedio, y lo hacemos con gusto, que abrir el texto con ella. Esta portada ha sido la ganadora del concurso Hazlo Tú que convocamos hace unos meses con la colaboración de Volkswagen. El ganador, que también se ha ocupado de ilustrar la contraportada, ha sido Andrés Lozano, un ilustrador madrileño al que le gusta la vida vegetal en armonía con la arquitectura.
Así, con arquitecturas imposibles pero llenas de vida, se ha impuesto a las otras 600 propuestas participantes en el concurso.
La historia del esclavo negro que se largó a las montañas de Veracruz para crear la primer comuna hippy.
Hay multitud de maneras de hacer las cosas, pero las descabelladas molan más. El plazo para alcanzar Marte es aún dilatado. Se necesita mucha investigación, mucho desarrollo y mucha inversión. Pero alguien tiene un plan. ¿Cómo pagarlo todo? Con los derechos televisivos de un Gran hermano Marciano.
La memoria es la síntesis de alguna de las capacidades más maravillosas del cerebro. Cada año se organizan unos juegos consistentes en una serie de pruebas que retan a las memorias más prodigiosas de la Tierra.
¿Procrastinar o no hacerlo? La sola pregunta ofende. ¡Todo se deja para última hora! Pero, ¿por qué? Intentamos hallar una explicación a este comportamiento que tan de cabeza trae a quien rodea a los procrastinadores.
Los finalistas del concurso Hazlo Tú también tienen su hueco en la revista de febrero.
En la entrega de Makers de este mes, Serena Olivieri muestra qué es capaz de hacer con sus manos, papel, tijera, acuarelas y paciencia, y demuestra que esto de hacer cosas está al alcance de cualquiera.