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Creatividad

La edición de junio de Yorokobu ya está en la calle

Y no, no se trata de la primera revista homeless deshauciada por Bankia. Es día 1, brilla el sol, habéis cobrado vuestros salarios y ha llegado a los kioscos (y a FNAC, VIPS, Relay, MIBA y Vueling) el número 30 de Yorokobu. ¿No es para salir a la calle dando saltos de alegría? Pues ya tardáis. Mientras os vestís, os dejamos los contenidos de la revista.

A Brian Walker le dieron una hora para hacer fotos. Le bastó para retratar la dureza y el sacrificio del Muai Thai, la lucha tailandesa que causa furor en su país de origen.

Munich ha apostado de manea decidida por la cultura open en todo lo relativo a informática. Desde 2003, los ordenadores municipales de la ciudad funcionan gracias a sistemas operativos Linux. Marcus Hurst se fue hasta la ciudad alemana para conocer la historia.

Serendipity Polaroid o la belleza que se genera a partir de errores en fotografías instantáneas.

Hablamos de la Adhocracia, una nueva forma de entender la forma de hacer las cosas en multitud de disciplinas, una manera de entender los procesos de manera flexible, innovadora y basada en conceptos como la inteligencia colectiva o el trabajo colaborativo.

Otra nueva ojeada al sistema educativo finés, esta vez con infografía incluida.

No hay nada malo en romper los esquemas. Están para eso. ¿Por qué tienen que ser los libros siempre de papel? Crudo ofrece su visión acerca del asunto con una serie de libros de tela.

La numerografía de este mes corre a cargo de Jorge León Dumpiérrez.

Y por último, lo primero que te vas a encontrar: la portada. Para Óscar Llorens, la felicidad es lo que ocurre entre una migraña y la siguiente. Y la ha representado así.

Por David García

David García es periodista y dedica su tiempo a escribir cosas, contar cosas y pensar en cosas para todos los proyectos de Brands and Roses (empresa de contenidos que edita Yorokobu y mil proyectos más).

Es redactor jefe en la revista de interiorismo C-Top que Brands and Roses hace para Cosentino, escribe en Yorokobu, Ling, trabajó en un videoclub en los 90, que es una cosa que curte mucho, y suele echar de menos el mar en las tardes de invierno.

También contó cosas en Antes de que Sea Tarde (Cadena SER); enseñó a las familias la única fe verdadera que existe (la del rock) en su cosa llamada Top of the Class y otro tipo de cosas que, podríamos decir, le convierten en cosista.

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