Son las diez y te apetece desconectar y abandonarte a alguna plataforma. «¿Vemos algo? Pero lo eliges tú». Diez minutos más tarde estás bostezando y en Instagram. Tu pareja sigue buscando como quien busca algo en un cubo de basura, sin ganas, con repelús. Todo le parece mal y niega con la cabeza inconscientemente.
De empachado a empachado de las plataformas, aquí te dejo algunos aprendizajes para tu próxima búsqueda. Básicamente, consiste en descartar más que en agregar.
1.- Descarta una serie en la que haga frio.
El modelo está agotado. Ya has visto muchos agentes con abrigos enormes y una taza de café humeante diciendo frases ingeniosas al forense. En los últimos años, el frío ha sido ese personaje necesario que creaba ambiente, pero ya estaría.
2.- Descarta cualquier serie en la que haya más de cuatro mujeres en la portada.
Es un formato muy resultón: mujeres separadas o en edad madura provocando un cambio en sus vidas. Comedia inteligente, enriquecedora, entretenida, buena producción… apuesta ganadora. Pero las buenas ya las has visto y las recuerdas con cariño. Todas las demás son la versión cutre y acabarás odiando el género.
3.- Y, por supuesto, descarta cualquier serie en la que haya más de cuatro hombres forzudos en la portada.
Será un baño de esteroides. Iba a decir que las buenas ya las has visto, pero solo ha habido una buena con cuatro hombres en portada: Cazafantasmas.
4.- En esa línea, un solo actor desconocido y musculado con los brazos cruzados es sinónimo de truño.
Sin más. Y por extensión, una sola mujer desconocida con gesto épico y mirada perdida es sinónimo de «pon otra cosa».
5.- Descarta la ciencia ficción europea (incluye grandes catástrofes).
No estamos al nivel. Los efectos especiales están hechos con powerpoint. Tenemos un ojo 8K y vemos los pixeles fallidos antes que el resto.
6.- Reconoce la serie B al segundo.
Habrá un atardecer y actores feos muy peinados. Es así de simple.
7.- No reniegues de los grandes lanzamientos.
Aunque no sean tu estilo ni tu temática favorita, muchas de las series basan su éxito en la calidad de producción. Un plato cualquiera bien escenificado y servido siempre funciona.
Y últimamente muchas también tienen un gancho estético. Series como The Bear, que es un ejercicio de expresión visual, más que una historia. O Rivals: Un delirio satírico muy british que sorprende por el lenguaje visual.
8.- La diferencia entre una buena serie épica, de tronos y leyendas, y una de plástico está en la tipografía del logo, la carita del dragón o el paisaje de fondo.
Si parece Castellón retocado, ni te molestes.
9.- Las series/películas de autor.
Muy recomendables, pero, como todo en la vida, hay que saber lo que buscas. Cuando vas a una librería tienes clara tu sección y tus autores. Pero sigues entrando a la plataforma como cuando entras en Primark, a ver qué hay.
Descarta las que parecen irlandesas o que usen una estética de moderna muy marcada. Alguien que quiere parecer alternativo es menos creíble que el señor Burns hablando de ecología.
Descarta las que evocan una estética underground, sucia y oscura, porque serán más antiguas que decir underground. En definitiva, si no te la han recomendado o has leído algo de ella, es que no es buena. Abrir el melón del cine de autor sin saber si está bueno puede causar cerebroenteritis aguda.
10 .- Y por último, busca series que tengan algún tiempo. Hace unos años el listón era otro.
Las series no competían por superarse unas a otras. No eran precuelas, secuelas ni escuelas. No estaban diseñadas en base a tendencias de consumo. Eran buenas historias que simplemente no habían sido producidas antes. Te sorprenderá la calidad y descubrirás que las cuatro últimas que has visto han bebido de aquellos guiones.
Dicho esto, estaré encantado de oír recomendaciones. Que te recomienden una buena serie es como que en el súper te dejan probar y te encanten esas salchichas de aspecto infumable que nunca habrías comprado tu solo.
