Orange me lo está diciendo en su última campaña. Puedo cambiar la moda, la música, la industria, la comunicación, el mundo! Me siento como MacGyver. ¡Socorro MacGyver! Estamos rodeados y desarmados, han activado una bomba que explotará en 30 segundos y han lanzado gases letales…vamos a morir! – y él contesta – Tranquilos, tengo un chicle os sacaré de aquí.
Así que voy a hacer que mi opinión sea escuchada en todo el mundo. ¿Por dónde empiezo?. Voy empezar entrando en un blog y poniendo a caer de un burro a cualquier empresa de las grandes. Así voy cogiendo ritmo. Ellos son grandes y multinacionales, luego son, por definición, el enemigo. Contaré algo fuerte que me hayan contado o si no me lo invento. Mi opinión cuenta. Quiero que se ponga el presidente, que me conteste vía Twitter.
Ahora voy a ir a una noticia de actualidad en un gran medio de comunicación, lo de Bildu mismo. Voy dejar el comentario número 126…!se van a enterar los jueces!
Ahora que ya voy a buen ritmo, voy a meterme en marca.com a crucificar a Ronaldo, a Mou, a Guardiola, a Messi y a decir que no creo en el fútbol. Muy fuerte.
Esto funciona. Siguiente idea. Voy a crear un grupo en Facebook, “Gente que piensa que tenemos derecho a saber la fórmula de la Coca Cola y si no la boicoteamos”. Me llama el Community Manager fijo.
Tengo derecho a que Google no me encuentre si no quiero, y si no, les denuncio a nivel interplanetario. Ah no! Mala idea, todos los jueces ya me odian, tengo las de perder.
La verdad es que llevo ya media mañana cambiando el mundo y cansa. Voy a comerme un BigMac, pero antes les pongo a caldo en Facebook a ver si me invitan…
Esta caricatura es para contar que el hecho de que todo el mundo tenga un canal de opinión no implica que quien opine tenga criterio o que siempre diga la verdad. No lo olvidemos.
Últimamente veo a demasiadas empresas derrapando para atender a un señor de Cuenca al que le han contado que la leche que bebe tiene un 0,8% de algo que no sabe ni escribir. Y vía Facebook y Twitter ha montado un estropicio, que resulta ser infundado porque ese 0,8% era calcio y es bueno para sus huesos. Pero con la gracia, se ha cargado la línea de distribución de toda la zona centro durante 15 días y unas pérdidas de 4 Millones de Euros a la empresa. Y ni por asomo se pueden reclamar. Ni decir ni pío. Solo darle de leches (en tetrabrik) para toda la vida como si encima hubiera hecho algo malo. ¿Podría ocurrir? ¿Sería una relación justa?
Es tiempo de redes sociales y toca ser rematadamente correctos. Como si las marcas tuvieran la obligación de recordar al mundo que no está en su ADN engañar a los clientes de los que viven. Y en cambio, un particular tiene cierta presunción de veracidad aun cuando deja un comentario con el pseudónimo de “Mr. A-por-ellos”.
La opinión particular es importantísima, la de un cliente lo es aún mas, la transparencia es obligatoria, y la redes están cambiando el mundo y las reglas de juego para bien. Pero para que cualquier victoria sea valiosa tiene que ser justa también. (esta frase me la guardo para enmarcarla).