El lugar donde vives. El lugar donde trabajas. Espacios donde transcurre tu vida y donde cada día dejas pistas de quién eres antes de que te disuelvas en el espacio. Los realizadores Ben Wu y David Usui piensan que estas localizaciones revelan múltiples notas de identidad de las personas y sus entornos culturales y sociales. Este interés los llevó a ir en busca de casas llenas de historias y convertirlas en documental.
El primero se llamó Byun. Como el nombre del artista multimedia de Brooklyn que les abrió la puerta de su vivienda y estudio para explorar la relación que se establece entre el espacio y la persona. “En mi casa, vivo y dibujo”, dice el artista en la pieza. “Es donde puedo tener control de mi vida. Da la sensación de una isla. No hay nadie que te interrumpa. Ese es el significado de mi hogar”.
Después entraron en una casa de madera hecha a mano. Es de John Coffer y por eso llamaron Coffer al segundo vídeo.
“Nos gusta hacer documentales como si fuesen un pasaporte que permite ver la forma tan distinta en la que vive la gente. Las diferencias que marcan las líneas culturales, socioeconómicas y raciales”, comenta Wu. “Es una experiencia increíble. Y qué mejor manera de entender esas particularidades que explorando sus espacios. Su casa, su lugar de trabajo… Para examinar realmente, tanto visual como emocionalmente, los lugares en los que viven las personas. Por eso decidimos hacer esos lugares el foco de nuestra serie y la llamamos This Must Be the Place (Este debe ser el sitio)”.
En la actualidad están editando dos vídeos más. “Uno es de un grupo de camareros que han trabajado en el mismo restaurante durante décadas”, indica el fundador de la productora Lost&Found. “El otro es de un hombre que vive en una fábrica de coches abandonada”.
