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La casa de papel: la ‘escape room’ que lo está petando

Alguien lo pensó antes que tú. Alguien decidió conjugar el pelotazo de la serie La casa de papel con el clamor imparable por los juegos de escape. Alguien tuvo la idea y creyó que, como en esta célebre historia televisiva, replicando el ambiente y situando la acción frente a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de Madrid, la cosa funcionaría aún mejor, acaso con la exactitud de un reloj suizo.

¿Y si además recuperamos también Bella Ciao, el himno generacional de la resistencia italiana frente al fascismo, como la apoteosis de la trama? Alguien valoró que todo aquello se convertiría en un imán. Una telaraña para adeptos al ciclón de Atresmedia catapultado por Netflix y bien maridado con el reclamo en auge de resolver enigmas superando pruebas que retuercen neuronas. En otros términos, un cóctel lúdico explosivo.

Un encaje de bolillos que une grandilocuencia, carisma audiovisual, mucho atrezo y, como diría el cómico David Broncano, «la promosió»… Resultado: gol por la escuadra en el mercado del ocio. Porque, en efecto, ese alguien triunfó. Y ahora parece fácil verlo, pero, tras este infalible sarao gestado por Atresmedia y la empresa Fever, subyace un análisis sesudo de datos y tendencias, como explica a Yorokobu la directora de Fever Originals, Isabel Solano: «A través de nuestra aplicación manejamos muchísimas transacciones de escape room y habíamos visto un incremento exponencial. Gracias al tipo de datos que poseíamos, nos lanzamos a construir el más grande del mundo».

«Es cierto que estamos sorprendidos con la repercusión que ha tenido», concede Solano, «pero, a la vez, jamás nos habríamos embarcado en una aventura de semejantes dimensiones si nuestros datos no hubieran validado el potencial del proyecto. Es importante hacer innovación en el mercado de las experiencias, pero con la prudencia y seguridad que dan los datos».

Nicolás Gruber, director de Nuevos Negocios de Atresmedia, indica: «En el equipo llevábamos tiempo dándole vueltas a tematizar una escape con una de nuestras series de acción, pero nos costaba elegir la serie y los partners adecuados».

Y surgió la inspiración: «Cuando celebré el cumpleaños de mi hija de 12 años en Enigma Express, aluciné con las reacciones de todas las niñas y me encantó la teatralidad de sus escape rooms. Poco después La Casa de Papel arrasaba. Les llamé y les propuse escribir un juego tematizado con la serie; después hablamos con Fever, que encontró un local espectacular enfrente de La Casa de la Moneda. Ya teníamos todos los ingredientes para hacer un proyecto potente». Alguien lo pensó antes que nadie.

Tras las dos temporadas que han atrapado a la audiencia en Netflix, estos días se está anunciando que habrá una tercera entrega. Suma y sigue. Acaso los incondicionales de La Casa de Papel podrían sospechar que todo esto lo ha organizado el mismísimo Profesor, personaje que maneja a su antojo la psicología humana y que –¡alerta, destripe!- perpetra en la popular ficción, con precisión de cirujano, el robo más grande jamás contado.

Monos rojos, máscaras de Dalí, pruebas grupales

Cien personas por sesión y, como hay varios turnos, unas mil por día. Así ha ido hasta hoy la convocatoria cotidiana de esta propuesta interactiva de 75 minutos de duración. Y no ha resultado extraño toparse con gente esperando a todas horas a las puertas del lateral del Wizink Center, epicentro del invento en Madrid.

La marabunta no era por un concierto de Rosalía, tampoco por mítines extremistas de esos tristemente en boga, ni siquiera por la firma de libros de una estrella de YouTube. La cola de marras aguarda para entrar en la escape room de La Casa de Papel, la mayor de Europa con mil metros cuadrados de superficie. Una experiencia inmersiva sin precedentes que te pone en la piel de los rehenes bajo las órdenes de estos icónicos atracadores.

No faltan las máscaras de Dalí ni las indumentarias rojas, ni el teléfono para negociar con la policía. Incluso los secuestradores imitan el tono adusto de Berlín o la pintoresca risa de Denver y, en pleno desafío, aparece el gerente de la FNMT en el circuito interno de televisión proponiendo un plan de fuga asaz osado.

«Es una actividad muy diferente a otras ofertas de ocio relacionadas con marcas de entretenimiento. Este proyecto inaugura un género, enlazando la trama de una serie de televisión con una actividad de ingenio, potenciada con atrezo, efectos especiales y actores», apunta el director de Nuevos Negocios de Atresmedia.

«No tenemos constancia de que exista nada similar. Sin duda, es la escape room más grande de Europa o incluso del mundo, ya que estos juegos están diseñados para grupos pequeños y aquí participan 100 personas a la vez, potenciando el trabajo en equipo», apostilla sin ocultar su satisfacción.

El juego también saldrá al extranjero

La escape room consigue mantener la tensión y, pese al inquietante secuestro colectivo, reina el buen rollo entre la muchedumbre. Ahora bien, como te relajes demasiado, no saldrás victorioso de la cámara acorazada.

Yorokobu acudió a vivirlo in situ una tarde de finales de octubre. Había público de todas las edades, aunque mayoría de jóvenes. Muchos fieles de Tokio, Nairobi o Helsinki, pseudónimos de los ladrones más famosos desde el asalto al tren de Glasgow o, por ser más autóctonos, desde El Dioni y demasiados expolíticos en horas bajas. En el Wizink Center había muchos entusiastas del formato escape room, avezados y duchos en el arte de encarar pruebas un tanto marcianas.

«Es cierto que esta no es la primera de nuestras locuras», sostiene Isabel Soriano, directora de Fever Originals. «En Brooklyn hemos colocado un autobús inglés con una casa gigante encima, lo hemos llenado de actores, lo llamamos Mad Hatters y tuvimos más de 7.000 personas en lista de espera antes de su lanzamiento. De esta propuesta esperamos el mejor feedback y subir la barra de calidad de los eventos de la ciudad de Madrid».

La escape room de La Casa de Papel viajará por doquier. Incluso el nombre de los personajes de la serie tal vez proporcione pistas. Aquí está todo pensado, como en la prodigiosa mente de El Profesor. Big Data, Netflix, Atresmedia, Fever… Alguien lo pensó antes que tú.

Sí, sonará Bella Ciao a todo volumen.

Por Jorge García Palomo

Periodista y comunicador.

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